Palabras del presidente.
Otro 15 de febrero
Noticias de los Sitios
La medicina durante la Guerra de la Independencia: la asistencia sanitaria en los Sitios de Zaragoza
Medallas y premios
Los Sitios en la red
Medalla de Honor al Regimiento «Numancia»
Queridos amigos:
Nuestra Asociación dura ya el tiempo de una generación, quince años, y ha sido ejemplo de coherencia histórica. Los socios, con entusiasmo y un conocimiento envidiable de una gesta, crucial para Zaragoza, con su hasta ahora presidente, don Carlos Melús, a la cabeza, han sabido difundir lo que hicieron nuestros antepasados durante Los Sitios, consiguiendo un reconocimiento para todos aquellos héroes, conocidos o anónimos, que defendieron la ciudad, hecho con el elegante talante que nace de la admiración agradecida. Este reconocimiento continúa y renueva el que se manifestó en el año 1908, primer centenario, durante la Exposición Internacional hispano-francesa, en donde una acción guerrera se convirtió en un acto de paz.
Nuestras actividades tradicionales se ven año tras año potenciadas –premio literario, ruta de los Sitios, conferencias, etc-, pero este año venimos a la cita del Paraninfo, en donde la Universidad de Zaragoza nos acoge, con la satisfacción de poder ver la estatua ecuestre del General Palafox en la plaza José María Forqué. Muchas voluntades se han tenido que mover para que la escultura de Iñaki se pueda contemplar en Zaragoza. La Asociación, para cumplir con el mandato que le dio el Ayuntamiento, ha contado con la ayuda de los socios, entidades financieras, empresarios y ciudadanos; con su cumplimiento satisface un anhelo del pueblo de Zaragoza, pospuesto casi doscientos años.
Nuevos propósitos son los que tenemos para los próximos años: la celebración del Bicentenario de los Sitios será nuestra tarea central, seremos impulsores para que nuestras instituciones, y en especial el Ayuntamiento de Zaragoza, promuevan los foros y animaremos a los ciudadanos para conseguir una conmemoración, al menos, tan digna como la del primer centenario. Conocedores de los intentos de hacer una Exposición Internacional en 2008, nosotros apoyaremos la consecución de tan apetecible certamen.
Os animo, como nuevo presidente, muy ilusionado, a difundir los propósitos y actividades de nuestra Asociación entre todos los zaragozanos, la labor a realizar nos desborda y será necesario el concurso y buen hacer de muchos.
Gracias a todos aquellos que mantenéis viva nuestra Asociación y a la junta que ha hecho posible que dure quince años. Mi reconocimiento a todos los que han creído en nuestros proyectos y nos han ayudado en su realización. Un cordial abrazo,
José Manuel Díaz Sancho
Presidente de la Asociación
Otro 15 de febrero
“Amanecimos sin novedad más que la acostumbrada de granadas, balas y bombas que sin cesar estaban tirando contra el palacio de Su Excelencia, con la particularidad de haber una bala rasa quebrado la cadena que servía de cuerda al reloj de la torre de la Seo, lo que después hizo mucha falta. Volaron también unas casas de las inmediatas a la puerta del Sol, y aunque intentaron pasar a este lado, no lo consintió el valor de nuestros paisanos. En el Coso fue grande todo el día el tiroteo, y tantas las bombas y granadas que no se podía contar. El rumbo de enfermos y muertos siguió como siempre, y nada se adelantó en beneficio de la humanidad, a pesar de la vigilancia de los jefes y de nuestro amado general que en medio de su indisposición no perdonaba cuidado ninguno en nuestro favor.”
(16 de febrero de 1809, del “Diario de los Sitios de Zaragoza”, de Faustino Casamayor)
Noticias de los Sitios
· El pasado mes de Abril de 2000 falleció la Excelentísima señora doña Mercedes Otal Martí, Baronesa de Valdeolivos, que había recibido la Medalla de Honor de la Asociación hace unos años. El 22 de Julio nos dejó D. Juan José Marcén Letosa, de quien siempre recordaremos su afán por recuperar la memoria histórica de los Sitios y de su pueblo, Leciñena. Los últimos meses de su vida los dedicó a estos afanes, quedando plasmado su trabajo en la edición de “El manuscrito de Matías Calvo: Memorias de un monegrino durante la Guerra de la Independencia” (Mira Editores). Esta obra póstuma fue presentada el 8 de Septiembre en el Ayuntamiento de Leciñena, en un acto al que asistió una representación de la Asociación. Ambos permanecerán en nuestro recuerdo.
· Durante el mes de Mayo, la Asociación colaboró con la Asociación de Vecinos “Tío Jorge-Arrabal” en la realización de tres conferencias guiadas por dicho barrio, en las que se explicaron las vicisitudes que allí acaecieron durante los Sitios. Como colofón se colocó una placa que desde entonces da nombre al paseo principal del Parque del Tío Jorge: “Paseo de los escopeteros del Rabal”.
· Felicitamos a nuestros socios Angel Montón Sancho y Emilia Sancho Alonso por la existosa presentación de su vídeo “Los Sancho”, en la Biblioteca de Aragón. Siguen así su labor de divulgación cultural, en la que destaca el “Homenaje a los héroes de los Sitios”.
INAUGURACIÓN DE LA ESTATUA DE PALAFOX
El pasado día 22 de Diciembre de 2000 fue muy importante para la Asociación. No nos tocó la lotería, pero sí se entregó a la ciudad de Zaragoza la estatua a Palafox, aquélla que fue aprobada por el pueblo zaragozano en 1808. Los desvelos de la anterior Junta directiva de la Asociación consiguieron hacer realidad lo que casi se había convertido en una pesadilla. Años de trabajo y el apoyo de algunas instituciones (mención especial merece la Confederación de Empresarios de Zaragoza) permitieron conseguir el dinero, un emplazamiento y la voluntad política para la instalación de un coloso que supera los ocho metros de altura y los 2.500 kilos de peso. Con la presencia del Alcalde de Zaragoza, pudimos disfrutar de un sencillo acto, que permitió homenajear a los miembros de la anterior directiva, a la vez que deja en la zaragozana plaza de José María Forqué (llamada “de la Misericordia” en la época de los Sitios, zona testigo de cruentos combates, especialmente durante el Primer Sitio) un importante símbolo recordatorio de la gesta protagonizada por la ciudad.
NUEVA JUNTA DIRECTIVA
El pasado mes de noviembre se eligió una nueva Junta directiva, que se propone los siguientes objetivos:
1. Impulsar y participar en todos aquellos foros que tengan como propósito la celebración del Bicentenario, elaborando un programa cultural y de actividades y alentando la Fundación 2008.
2. Adherirse a aquellas organizaciones que tengan como proyecto celebrar una exposición internacional en el año 2008
3. Crear una página de Internet acerca de los Sitios, atendiendo a los hechos, los personajes y los lugares relevantes de los Sitios de Zaragoza.
4. Impulsar un centro de documentación de los Sitios, relacionándolo con la Guerra de la Independencia y la época napoleónica.
5. Alentar la construcción del Museo de los Sitios.
6. Elaborar un programa didáctico que sea útil para escolares y estudiantes, en el que se explique los acontecido durante los Sitios, a fin de emplearlo como actividad extraescolar o complementaria. Se pueden realizar rutas por la ciudad.
7. Hermanarse con asociaciones de otras ciudades que tengan fines similares.
8. Editar una colección de “Cuadernos de los Sitios de Zaragoza”.
9. Mantener una publicación cuatrimestral.
10. Divulgar los Sitios mediante conferencias, organización de seminarios y escenificación (vídeo, teatro, cine, rememoración de acontecimientos,…) situaciones singulares de los Sitios.
11. Mantener las actividades actuales (premio de investigación, actos conmemorativos, rutas), por haber mostrado su eficacia para la divulgación de los Sitios.
PUBLICACIONES
El pasado año vió la luz el XI Premio “Los Sitios de Zaragoza”. Se trata de “La nobleza altoaragonesa en los Sitios de Zaragoza”, de María Dolores Espiérrez y Ciprés. Se presentó en el marco de los actos conmemorativos de la batalla de Salas (1812), que se desarrollaron en Barbastro entre los días 5 y 13 de Mayo. Además de la presentación del libro, el día 13 en el Ayuntamiento, es de destacar la conferencia dada el 5 por un miembro de la Asociación, Luis Arcarazo, sobre “La actuación de los voluntarios de Barbastro en la defensa de Zaragoza durante los Sitios de 1808-1809”. Se recuerda a los señores Socios que pueden retirar sus ejemplares en la sede de la Asociación, donde aún quedan también por recoger algunos ejemplares del X Premio (“La Condesa de Bureta”). Los interesados en adquirir ejemplares pueden dirigirse a la editorial Comuniter (Avda. de Madrid, 195-1ºA-B, 50017 Zaragoza, Tfno. 976 32 47 27, Fax 976 31 01 50).
La misma editorial ha publicado una edición facsímil de las “Memorias para la Historia Militar de la guerra de la revolución española”, diario del Coronel D. Fernando García Marín, publicadas originalmente en 1817. Dicho Coronel es más conocido por haber escrito la “Fe de erratas y correcciones” a la Historia de Agustín Alcaide Ibieca. En Diciembre salió a la venta el famoso “Diario de los Sitios de Zaragoza” de Faustino Casamayor, con edición, prólogo y notas de D. Herminio Lafoz Rabaza. Simultáneamente, Ediciones Pirineo ponía a la venta “Guerrilleros y patriotas en el Alto Aragón”, de Ramón Guirao Larrañaga, donde aparecen muchos de los protagonistas de los Sitios, como el indómito Renovales.
La medicina durante la Guerra de la Independencia: la asistencia sanitaria en los Sitios de Zaragoza
Luis Alfonso Arcarazo
La conferencia se ha extraído de un amplio trabajo, realizado por el autor, relacionado con la medicina a comienzos del siglo XIX, y concretamente durante la Guerra de la Independencia española. Comienza la exposición dando unas pinceladas de la situación de la medicina española a principios de dicho siglo, pasando a continuación a valorar ésta en la ciudad de Zaragoza inmediatamente antes de la guerra: número de médicos colegiales, cirujanos, boticarios y barberos, así como situación de las instituciones hospitalarias, fundamentalmente el Hospital de Gracia y el Hospital de Convalecientes.
Posteriormente se intenta cuantificar, de forma aproximada, la guarnición que defendió la ciudad en ambos Sitios, para poder hacer un cálculo sobre la previsión asistencial de las bajas, así como de las víctimas que se produjeron, basándose en los estadillos diarios de la fuerza. También se habla de la organización sanitaria civil y militar, y su total imprevisión ante la epidemia que brotó en la ciudad, dando lugar a la creación de hospitales provisionales totalmente deficientes e ineficaces. Concluye con una serie de valoraciones tanto de los propios defensores como de los sitiadores de la ciudad. El principal motivo de la rendición, más que los combates, fue la epidemia desatada entre la desmesurada guarnición de la ciudad.
Medallas y premios
Luisa Fernanda Rudi Úbeda
Actual presidenta del Congreso de los Diputados. Desde su anterior puesto de Alcaldesa de la ciudad de Zaragoza, apoyó cuantas iniciativas se le propusieron desde la Asociación. Es de destacar especialmente el impulso dado a la fabricación e instalación de la estatua al General Palafox.
Confederación de Empresarios de Zaragoza
Su permanente colaboración con la Asociación se ha reforzado durante el último año con el decidido apoyo a la colocación de la estatua al General Palafox, con una importante aportación de dinero y con la resolución de problemas técnicos en la instalación definitiva.
Cabildo del Pilar
Durante los Sitios, el Pilar se convirtió en la referencia moral y espiritual para los defensores, la basílica sirvió como refugio a miles de zaragozanos, que se protegían allí de los bombardeos, y el Cabildo vació sus arcas y graneros para ponerlos a disposición de la defensa. Desde la fundación de la Asociación, el Cabildo ha colaborado activamente con ella, participando algunos de sus miembros en los jurados de los premios de investigación y facilitando sus actividades, particularmente la Ruta de los Sitios.
XVI PREMIO DE INVESTIGACIÓN “LOS SITIOS DE ZARAGOZA”
El ganador ha sido D. Ramón Guirao Larrañaga, médico oscense, autor de numerosos trabajos, entre los que se pueden destacar “El Alto Aragón en la Guerra de la Independencia” (escrito junto a D. Luís Sorando Muzas), VII Premio Los Sitios de Zaragoza 1992; “D. Felipe Perena y Casayús”, Premio Durán Gudiol 1998, y “Relatos de la Medicina Alto Aragonesa de los Siglos XV al XIX”.
El trabajo presentado lleva por título “José Sangenís y Juan Pedrosa”. Se trata de un estudio y seguimiento en profundidad del alzamiento en el partido de Barbastro y de la organización de Tercios y Compañías, segmentado en tres partes: Barbastro, Monzón y Bielsa. Apoyado por un importante soporte documental, da fe de las dificultades con las que se encontraron sus mandos: falta de oficiales para la formación de la tropa, escasez de armamento, munición, víveres, vestuario y caudal para aprontar el prest en el plazo debido; sin olvidar los problemas derivados de la falta de coordinación y entendimiento entre ellos. Pese a lo expuesto, el autor testifica cómo estos Tercios consiguieron defender la frontera y sus angostos pasos, además de correr al auxilio de Zaragoza, donde perecieron la mayoría de ellos.
Los Sitios en la red
María Fernanda Maestro Zaldívar
Internet ofrece actualmente importantes posibilidades para aumentar nuestros conocimientos en todos los campos. Sobre los Sitios, también.
Hasta hace poco tiempo nuestras armas para obtener información sobre los hechos históricos que nos apasionan, y que nos unieron en la Asociación, han sido las bibliotecas, los archivos, los museos. Actualmente, y sin que pierdan vigencia todos los métodos anteriores, disponemos de «la red», el sistema que se perfila como la mayor fuente de información y difusión en el siglo que ahora estrenamos. Con una tecnología cada vez más accesible, un servidor de calidad que no te someta a largas esperas y un poco de paciencia se pueden hacer hallazgos que llenan de satisfacción a cualquier aficionado a lo que sea, en este caso, a nuestra historia; aunque siempre viene bien que alguien te dé pistas para encontrar más rápidamente aquello que buscas.
Los Sitios de Zaragoza de 1808 y 1809 ya tienen página en la red, la dirección, está firmada por Angol Muñoz, su fecha de finalización es diciembre de 2000 y en diez epígrafes, que van desde una introducción histórica hasta la capitulación, pasando por la descripción de los dos sitios, hace un buen resumen de «nuestro tema». Va acompañado de ilustraciones, grabados y pinturas, así como de mapas de Europa, España y Aragón en la época de los hechos descritos. También se puede acceder a esta página a través de The Anillo Español de Historia SiteRing, del que forma parte.
Ampliando la perspectiva, podemos acceder a las páginas dedicadas a la Guerra de la Independencia, destaca por su interés la titulada Guerra de la Independencia Española 1808-1814. Aquí podemos encontrar, además de una parte histórica de la que hay un resumen y una parte más extensa que aún está en construcción, biografías muy completas de los personajes de la Guerra españoles, franceses, ingleses y portugueses (entre otros Agustina, condesa de Bureta, Palafox), efemérides (a las que se puede acceder por los meses en las que sucedieron), bibliografía con 664 referencias de libros y una treintena de artículos, un apartado poético en el que se incluye un cancionero de la Guerra, condecoraciones, uniformes (muy pobre), batallas. Además se pueden enviar colaboraciones, como la de nuestro amigo y socio Luis Sorando titulada «Aragoneses al servicio del Imperio», hacer consultas y sugerencias, así como colgar anuncios. En resumen, muy interesante.
Existe una dirección con el mismo título que la anterior, desde la que se puede acceder a otras páginas dedicadas al tema, especialmente a Napoleón y la participación inglesa. También en otra dirección se pueden encontrar diversos artículos referentes a la guerra publicados últimamente, y en especial en la revista «La Aventura de la Historia».
Entre otras páginas que pueden ser interesantes, hemos encontrado: una ruta por Zaragoza que va describiendo los lugares emblemáticos de cada época histórica que aún se conservan, acompañados de su situación, historia, así como de su foto correspondiente; en la página se puede leer la reseña en castellano del libro titulado «War to the death» (“Guerra a muerte”) de Raymond Rudorff, que describe los Sitios de Zaragoza, va acompañada de la portada del libro y de planos de la ciudad sitiada corresponde al Atlas Histórico de Aragón, editado por la Universidad de Zaragoza y la Institución Fernando el Católico de la Diputación Provincial de Zaragoza. Todas estas páginas tienen enlaces que permiten acceder a otros sitios de interés relacionados con el asunto del que tratan.
Con un poco de práctica se puede llegar a enlazar con museos, bibliotecas, universidades, lugares donde adquirir libros, mapas o grabados de la época, etc., e innumerables webs que nos pueden ilustrar sobre datos afines. La lista podría ser interminable, pero sólo pretendemos ayudar a los principiantes y animar a los remisos a navegar por este mar apasionante y nada proceloso que es Internet. Una buena noticia: ya está en construcción la página web de la Asociación. Con la colaboración de todos puede convertirse en una extraordinaria herramienta de difusión de la historia de Los Sitios de Zaragoza, que es uno de los principales objetivos por el que trabajamos. Enviando una petición con vuestra dirección de correo electrónico os envío el articulo con los vínculos para que conectéis directamente con las direcciones reseñadas)
Medalla de Honor al Regimiento «Numancia»
El pasado 18 de Febrero de 2000 tuvo lugar la entrega de distinciones de la Asociación. La Medalla de Honor correspondió al Regimiento de Caballería “Numancia”, combatiente en ambos Sitios. Reproducimos a continuación el discurso pronunciado por su Coronel Jefe, Ilmo. Sr. D. José Enrique de Ayala María, y que tanta impresión produjo en cuantos tuvimos la suerte de oírlo.
“Excelentísimo Señor Rector Magnífico de la Universidad de Zaragoza; Excelentísimos e Ilustrísimos Señoras y Señores; Señoras y Señores:
En nombre del Regimiento de Caballería “Numancia” 9, quiero dar las gracias a la Asociación Cultural “Los Sitios de Zaragoza” por la distinción de que nos ha hecho objeto al nombrar Socio de Honor a nuestro Regimiento. Nos sentimos muy honrados y puedo asegurarles que esta medalla ocupará un lugar de privilegio entre nuestros más preciados símbolos históricos y honoríficos.
Este acto constituye, en primer lugar, una nueva muestra del cariño que la ciudad de Zaragoza generosamente nos dispensa desde siempre, y que es bien conocido en el Ejército. Para cualquiera de nosotros, venir destinado aquí es siempre una alegría, y no sólo porque tienen Ustedes una ciudad magnífica, cuyos ciudadanos son extremadamente amables y gozan de una envidiable alegría de vivir. Todos los Oficiales nos sentimos de alguna manera hijos adoptivos de esta ciudad, ya que en ella tiene lugar el primer periodo de nuestra formación académica. En lo que se refiere al Regimiento “Numancia”, desde su regreso a Zaragoza en 1987, en el marco de la Brigada de Caballería “Castillejos” II, tan entroncada con esta ciudad, la acogida aquí recibida y el continuo apoyo, tanto institucional como privado, de que somos objeto nos hace sentirnos reconfortados y agradecidos.
Pero, sobre todo, este nombramiento que ahora nos otorgan es especialmente valioso para nosotros por proceder de una Asociación cuya principal finalidad es mantener viva la memoria de los Sitios de Zaragoza. Recordar nuestro pasado nos honra y nos hace comprendernos mejor. Debemos olvidar el odio, el sufrimiento, la guerra. Ojalá jamás hubiera otra. Pero no podemos olvidar el orgullo de ser los descendienes y herederos de aquéllos que escribieron una de las páginas más gloriosas de la Historia de España.
Los Sitios de Zaragoza fueron el escenario donde se pusieron de manifiesto la abnegación, la generosidad y la entrega de un puñado de hombres y mujeres que alcanzaron las más altas cotas de heroísmo en defensa de la Patria. Los ancestros de Ustedes, civiles de toda clase y condición, y nuestros antecesores del Regimiento “Numancia”, y de otras Unidades de todas las Armas del Ejército, lucharon codo con codo, solidariamente, hasta la extenuación, por un ideal en el que creían. Los militares cumplían con su deber. Los civiles seguían los dictados de su enorme corazón.
No luchaban por sus privilegios, ni por el poder o la riqueza, luchaban por su dignidad. Ese ejemplo obliga, y no debe ser olvidado, especialmente en una época como la actual, en la que parece que el egoísmo, el propio beneficio, quiere instalarse como valor supremo y en el que la asunción de la responsabilidad que todos tenemos ante la sociedad en la que vivimos les parece a algunos una actitud poco productiva. No hay edificio sin cimientos, ni árbol sin raíces. Sólo una sociedad que cree en sus valores y honra a sus héroes tiene alma, y el alma colectiva es el fundamento imprescindible para construir un futuro sólido y solidario. Aquella energía, aquella voluntad férrea, aquella generosidad, las necesitamos también ahora si queremos dejar a nuestros hijos una herencia mejor de la que hemos recibido.
Pero de todas las lecciones que se pueden extraer de aquella epopeya, una de las más importantes para nosotros es el fruto que la unión entre la sociedad civil y su Ejército puede llegar a dar. Del mismo modo que entonces los militares nada hubieran podido hacer sin el apoyo de los ciudadanos, su actual Ejército, el de Ustedes, nada puede hacer sin el apoyo de la sociedad que le nutre y a la que sirve. Nuestra labor no tiene sentido si no va encaminada a crear las condiciones de seguridad necesarias para que la sociedad pueda progresar en paz y seguridad. Si nos adiestramos, es para estar en condiciones de protegerles; si vamos a los Balcanes, es en nombre de Ustedes, para exportar a otras naciones asoladas por la guerra los valores de democracia, libertad y paz que los españoles hemos conseguido.
Por eso es tan importante para nosotros el recuerdo de los Sitios de Zaragoza y este acto en el que una vez más se hermanan civiles y militares. Porque les necesitamos a Ustedes y porque estamos aquí para ayudarles a Ustedes en la tarea de hacer una Nación más grande, más justa, más pacífica. Porque necesitamos mantenernos unidos para poder seguir trabajando como hasta ahora, en buena armonía, cada uno en su puesto, por Zaragoza, por Aragón y por España. Muchas gracias.”
LOS DRAGONES DE NUMANCIA EN ZARAGOZA, 1808-09
Carlos Magallón,
Sargento 1º de Caballería,
Regimiento Numancia
Para orgullo de los actuales componentes de este glorioso Regimiento de Caballería, de guarnición en Zaragoza, sus Dragones se batieron con bravura en las calles de esta capital y rubricaron una espléndida página, sobresaliente dentro de los 293 años de historia de la Unidad.
En 1808, el Regimiento, 7º de Dragones, estaba ubicado en Valencia y contaba con alrededor de cuatrocientos hombres y un número de caballos que podría superar los trescientos, aunque los datos son un poco confusos. A mediados del año 1808, un Escuadrón (a la sazón el único operativo dada la carencia y mala calidad de las monturas), con entre cien y ciento cincuenta hombres, se encontraba en Portugal con el Mariscal Junot. Este Escuadrón combatirá en Bailén. El resto del Regimiento se irá incorporando paulatinamente al Ejército de Aragón, y, después de la derrota de Tudela el 23 de noviembre, se aprestará a la defensa de Zaragoza, que había sido fortificada tras la experiencia del primer sitio.
Los Dragones de Numancia combatirán pie a tierra en el Barrio de Las Tenerías y junto a la Puerta Quemada: calle Pabostre (hoy Manuela Sancho), calle Quemada (hoy Heroísmo), Plaza de la Magdalena, calle de las Arcadas. Tampoco la situación táctica hubiese permitido otro tipo de combate estando dentro de una ciudad en defensiva, a no ser algún contraataque, que no se prodigaron, siendo el más famoso muy conocido al haberlo descrito exageradamente Pérez Galdós, por el que fueron premiados con una cinta encarnada a modo de condecoración el 31 de diciembre. Estos Dragones montaban guardia a pie en la Puerta Quemada entre otros puestos y servicios que tenía la Unidad. Esta puerta estaba situada junto a la Calle Asalto, en la encrucijada de las calles Heroísmo, Reconquista y Manuela Sancho, y abría paso a la primera de estas tres calles llamada entonces Calle Quemada.
La guardia de la Puerta Quemada estaba mandada por un Sargento y compuesta por un Cabo y cuatro Soldados, pero si miramos el estadillo del Regimiento del 13 de febrero de 1809 (Archivo Palafox) observaremos que el Regimiento no sólo hacía este servicio, y que en el día de la fecha casi todos los hombres útiles tenían algún quehacer u ocupaban otros puestos, debido al elevado número de bajas, y apenas quedaba nadie libre (sólo estaban en descanso 17 hombres de los 417 presentes y 257 de los 405 caballos). Como curiosidad, el Estadillo parece dar a entender que junto al personal de guardia se encontraban presentes sus caballos. Ese día, el Regimiento tenía enfermos o heridos 22 Oficiales, 13 Sargentos, 270 de Tropa y 122 caballos.
Hay que destacar que el día 14, en la calle de las Arcadas, cerca de la Universidad, se produjo un contraataque para reconquistar las casas que habían ocupado los franceses, atacando incluso a la bayoneta, en la que se distinguió el Capitán D. Manuel Viana, Dragón de Numancia. El día 21 de febrero capituló la ciudad, y los escasos componentes del Regimiento que quedaban se encontraban enfermos, habiendo muerto el resto, así que alrededor de ochenta, todos convalecientes, partieron para Francia como prisioneros. El Regimiento fue prácticamente destruido y las armas entregadas en el Palacio de la Aljafería. En mayo de 1809, con los que conseguían fugarse y los que comenzaban a alistarse, vuelve a resurgir el Regimiento de sus cenizas, como el Ave Fénix de su escudo, fiel a su tradición y a su lema (Numancia, antes quemada que vencida).
Bibliografía
§ A.Alcaide Ibieca. Historia de los dos Sitios. 1831
§ Ruta de los Sitios. Aproximación a la Zaragoza heroica de 1808. Santiago Gonzalo Til.
§ Juan José Sañudo Bayón. El Regimiento de Dragones Numancia en la Guerra de la Independencia, 1808-14.
§ Jesús García Campo. Notas personales y documentos del Archivo de Zaragoza.
LA CAPILLA DE LOS FIELES ZARAGOZANOS
José Luis Perla Goñi
El 1 de noviembre del año pasado en nuestra tradicional “Ruta de los Sitios” visitamos por primera vez la capilla de la Parroquia de Santiago el Mayor dedicada a la “Real Congregación de los Fieles Zaragozanos”.
Es la primera capilla a mano derecha entrando en la Iglesia y en ella se venera actualmente la imagen de Jesús Atado a la columna, obra del escultor aragonés José Bueno, 1946, conocida por su participación en la Semana Santa. Este es, probablemente, el primer monumento dedicado a los defensores de Zaragoza tras los Sitios. Data la capilla de 1818, a menos de cinco años de la liberación de Zaragoza.
El 20 de julio de 1817 se había fundado una “Hermandad en sufragio de los defensores muertos en los dos Sitios de Zaragoza” (Gil Domingo, Agustín. “EL CLERO EN LOS SITIOS DE ZARAGOZA”, VI Premio los Sitios de Zaragoza, 1991. Zaragoza: Asociación Cultural los Sitios de Zaragoza, 1994) bajo la invocación de Santa María, Santiago el Mayor y los Innumerables Mártires que tomó como Protector al Capitán General de Aragón (entonces el Marqués de Lazán, defensor de Zaragoza) y sus sucesores. Se estableció en la Iglesia del Convento de San Ildefonso de la Orden de Predicadores y tenía como misión celebrar cada año, el domingo inmediato al 4 de agosto y el lunes siguiente, dos misas, la primera en acción de gracias por la liberación (no olvidaban nuestros antepasados que, a pesar de la capitulación al final del I Sitio, ganaron la guerra y el 9 de julio de 1813 la ocupación francesa terminó) y la segunda en sufragio por los fallecidos en los dos Sitios. Podían pertenecer a la Hermandad todos los que lo desearan, abonando la cuota marcada. Los hermanos como es natural serían supervivientes de los Sitios y familiares de ellos o de los fallecidos en la defensa. El Hermano Mayor era D. Bernardino de Osorio, el primer Consiliario eclesiástico D. Antonio Maella y el Secretario D. Joaquín Vicente de Almerge.
Al año siguiente y en la Notaría de éste último se firmó el 11 de enero una Concordia (Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Zaragoza. Notario D. Joaquín Vicente de Almerge. Año 1818. Est. 5 lig. 38), entre el Convento de San Ildefonso, cuyo Prior era el P. fray Zacarías Garay y la “Congregación de los Fieles Zaragozanos”, representada por sus directivos antes citados. Como vemos habían cambiado el nombre e introducido el de los Fieles Zaragozanos, seguramente en recuerdo del “Regimiento de Fieles Zaragozanos”, que con las compañías de escopeteros del Rabal, las de la Parroquia de San Pablo, las de Cerezo, y otras similares creó Palafox al comienzo del II Sitio. Tuvieron a su cargo durante él la defensa del Portillo y a él habrían pertenecido muchos de los Hermanos. En esta concordia el Convento cedía a la Congregación una capilla en la que ésta se comprometía a construir un altar y la Comunidad de Dominicos a celebrar dos misas en las fechas antes citadas. También cedía el convento la primera fila de enterramientos para los hermanos en la citada capilla. Sin embargo no tiene constancia hoy la parroquia de que haya enterramientos en ella. La Iglesia había sido restaurada en 1815 después de haber sido muchos años , ella y el convento, cuartel u hospital; desde el día 14 de mayo de 1816 la mayor parte del convento, arrendada por los dominicos al Ramo de Guerra por 1.500 reales anuales, era Hospital Militar y allí siguió hasta 1958, casi siglo y medio (Blasco Ijazo, José -cronista oficial de Zaragoza-. Artículo “Aquel antiguo Hospital…” en “EL NOTICIERO” 25-02-1966). Cuando el 9 y 11 de agosto de 1818 se celebraron las primeras misas se colocó en la Capilla de los Fieles un cuadro de Ramón Urquizu, cuyo original se ha perdido, pero cuyo boceto (“EL PILAR ES LA COLUMNA. Historia de una devoción”. Pág. 96. Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza, 1995) se conserva en el Museo Provincial de Zaragoza, aunque no está expuesto al público. Su composición es igual a la del cuadro actual, en la parte superior una alegoría celestial presidida por la Santísima Virgen con los otros patronos de la congregación, en el centro una escena de un combate entre zaragozanos y franceses en la orilla derecha del Huerva y en la parte baja una urna con las almas de los defensores fallecidos en el purgatorio y a los lados dos. damas dolientes, Zaragoza y la Religión. El cuadro actual es casi igual, pero representa la batalla de las Eras, 15 de junio de 1808, ante la Puerta del Carmen y las dos damas dolientes parecen por sus atributos Zaragoza y España. Debajo lleva la mención “REAL CONGREGACIÓN DE LOS FIELES ZARAGOZANOS”, el nombre del autor y la fecha, “M. OLIVER Y AZNAR” “MDCCCXCIV”. Mariano Oliver y Aznar nació en Zuera en 1863 y murió en Madrid en 1927,
estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza y en la Real Academia de San Fernando de Madrid; hay otro cuadro suyo, “La cieguecita” en el Museo Camón Aznar.
En octubre de 1818 celebraron otra misa con motivo de haber sido concedido a la Congregación el título de “Real” por S.M. el Rey Fernando VII, que a la vez solicitó el ingreso como miembro de la misma. Posteriormente la Iglesia tuvo que ser cerrada, quizá por obras, hasta 1822 en que, el 11 de agosto, fue llevado nuevamente a su capilla el cuadro de Urquizu que había permanecido en el Convento de Santo Domingo, donde están ahora la Casa Amparo y el Instituto de E.S. Luis Buñuel (todos los datos sobre el cuadro de Urquizu y vicisitudes de la Iglesia son de Casamayor, Faustino. “DIARIO DE LOS AÑOS POLÍTICOS E HISTÓRICOS de Zaragoza”, aportados por Luis Sorando).
En 1835, debido a las Leyes de Desamortización, la Comunidad de Dominicos tuvo que abandonar el convento y la iglesia; todo el convento quedó como Hospital Militar y la iglesia estuvo abandonada hasta que en 1885 se hizo cargo de ella la Compañía de Jesús. Los Jesuítas rehabilitaron iglesia y capilla y en 1893 en una visita que hizo S.A.R. la Infanta Isabel, la popularísima “Chata”, ofreció un donativo para la capilla (Fernández Marco, P. Juan Ignacio S.J. “LA RESIDENCIA CESARAUGUSTANA DE LA CIA. DE JESÚS (1856-1942)”. Trabajo inédito). Posiblemente con este donativo se hicieran la decoración actual y el cuadro de Mariano Oliver, al que se le debió encargar exprofeso que reprodujera el anterior, pues no tiene otra explicación que un pintor de su categoría repitiera la composición de la otra pintura.
En 1894 se colocó el cuadro nuevo.
La capilla se completa a cada lado con un cenotafio con un crismón y rematado por una cruz y una lápida sobre él rematada por el escudo de Zaragoza. Escritos en rojo y negro figuran, en la de la derecha las Unidades que defendieron la ciudad y en la de la izquierda los nombres de personas destacadas en los Sitios, encabezadas por Palafox.
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