ASOCIACIÓN CULTURAL LOS SITIOS DE ZARAGOZA

Palabras del presidente.

Noticias de Los Sitios.

El rostro de un héroe.

Fechas memorables de Los Sitios: El 9 de julio de 1813.

El proyecto: “Los Sitios de Zaragoza en el aula”.

Razones para la celebración del Bicentenario de 2008.

Medallas y premios.

Fundación Zaragoza 2008.

La cabalgada de Leciñena: Un reencuentro con el pasado.

Queridos amigos: Nuestra Asociación se consolida año a año. No es fruto de la casualidad sino de sus bien asentados proyectos. Con nuestra dedicación pretendemos informar sobre los acontecimientos de los Sitios de Zaragoza, reconocer en permanente homenaje a los defensores de la ciudad y situar sus actos en la perspectiva histórica de una época que tantas consecuencias tuvo para nuestros antepasados. Ésta que es nuestra actividad principal la hacemos mirando al horizonte, hacia el futuro. Nuestra cita anual del Paraninfo, en la que entregamos la Medallas de Honor de la Asociación, nos permite mirar al pasado y futuro trenzando nuestra biografía.

Nos hacen honor, al aceptar la distinción, el Regimiento de Pontoneros, que es acreedor a ella porque ilustres ingenieros militares supieron fortificar la ciudad para su defensa y en la actualidad son imprescindibles en nuestro homenaje a los héroes de Los Sitios, cada 15 de junio. También la merece cumplidamente Onda Cero Zaragoza, que nos permite usar sus micrófonos para informar a los zaragozanos de su rico pasado y revivir situaciones que por derecho ya son suyas.

Este año el Alcalde de nuestra ciudad, D. José Atarés, nos dictará la conferencia en un gesto que agradecemos muy sinceramente, como muestra del compromiso del Ayuntamiento con “Los Sitios”, materializado con la presidencia del Patronato de la Fundación 2008.

A los premiados en los XVIII Premios les damos nuestra cordial enhorabuena. Sacar a la luz los documentos históricos y dotarlos de una conexión narrativa es vivificarlos; sirve para cohesionar nuestra sociedad y desvelar la urdimbre que la ampara. No quiero terminar, sin decir a los socios que su compromiso es el que hace posible nuestra Asociación; y agradecer muy sinceramente a la Junta, a los grupos de trabajo, a los Voluntarios de Aragón y a todos aquellos que nos brindan su esfuerzo, toda la dedicación prestada a la Asociación y toda la ayuda que personalmente me han dispensado. A la Universidad y a su Rector gracias por la acogida, que cada año, nos da en el Paranifo. Un cordial saludo.

José Manuel Díaz Sancho

Presidente de la Asociación

NOTICIAS DE LOS SITIOS

PRESENTACIÓN DE LIBRO

Dentro de pocos días verá la luz el XIV Premio “Los Sitios”. Se trata de “Vivir en guerra: Notas sobre la vida cotidiana en Aragón durante la Guerra de la Independencia” de Felipe Gómez de Valenzuela. La cita es la Sala de Música de la Diputación Provincial de Zaragoza, el 11 de marzo a las 19 horas. Los socios podrán recoger su ejemplar en la sede de la Asociación.

PUBLICACIONES

La recopilación completa de boletines de la Asociación se puede encargar, en el formato que se desee en: FOTOKOPIAS, C/ Corona de Aragón, 22-24, 50009 Zaragoza, Tel/fax 976 56 58 53 (preguntar por Charo). Los precios varían mucho, dependiendo del tipo de encuadernación:

Ø       Fotocopias sueltas: 6,37 €

Ø       Con espiral de alambre: 8,62 €

Ø       En rústica (cartulina sin plastificar): 9,87 €

También pueden adquirirse números sueltos.

INTERNET

En www.senado.es/historia/senadores/index.html se puede acceder a los documentos que sobre Palafox se guardan en el Senado. Para ello hay que buscarle como “Rebolledo de Palafox” o como “Prócer Duque de Zaragoza”. También aparece “Pedro Villacampa y Periel”. Una página llena de enlaces interesantes es http://www.hstmil1805-14.com/links.html. Para conocer mejor “al enemigo” se puede consultar http://www.histoire-empire.org.

RUDORFF MURIÓ HACE AÑOS

A raíz de un comentario hecho en la pasada Asamblea, se siguió la pista de Raymond Rudorff, autor de “Guerra a muerte”. Este investigador alemán murió en 1992 a los 59 años.

CONVENIO CON EL AYUNTAMIENTO

Al fin se ha cerrado un convenio por el que el Ayuntamiento de Zaragoza nos subvenciona con 3.600 euros anuales, a cambio de llevar a cabo charlas en los distritos y juntas vecinales (la primera ya se dio en la urbanización “El Zorongo”). Es anual, prorrogable hasta un máximo de tres años.

ÉXITO DE LA RUTA

Fue una mañana magnífica. El sol acompañó al casi centenar de paseantes que nos reunimos en la XII Ruta de Los Sitios. La amabilidad del párroco del Portillo nos permitió visitar la exposición del Centenario de la parroquia, colocamos unos claveles rojos en el monumento a Palafox y las hermanas de la Caridad demostraron una vez más su hospitalidad. El remate lo tuvimos en el vestíbulo de la Diputación Provincial, donde, tras admirar los cuadros que lo adornan, aprendimos el uso y empleo del gorro cuartelero de los Voluntarios. Y es que éstos estaban viviendo un momento importante, pues su bandera acababa de ser bendecida en la capilla del Pilar. Entre los asistentes tuvimos oyentes de nuestro programa de radio, miembros de diversas asociaciones vecinales y hasta un exministro danés, Johannes Lebech, quien se confesó admirado de esta actividad.

NUEVA REVISTA

En abril verá la luz una nueva revista semestral especializada en el ejército napoleónico y sus aliados (en francés). En forma de suplemento de «La revue Napoléon» promete alta calidad en los artículos y las ilustraciones. El primer número incluye un artículo de Luis SORANDO sobre “L’infanterie de ligne du roi Joseph d’Espagne (1808-1813)”. La suscripción es de 31 euros al año, incluidos los gastos de envío.

SEDE

Hemos buscado cobijo en el

Centro de Negocios Zaragoza.

Coso, 100 – 3º 4ª, 50001 Zaragoza

Tfno 976 22 80 42 / 976 23 56 61 (de 10 a 14 y de 16 a 20 horas). Fax 976 23 61 72.

EL ROSTRO DE UN HÉROE

Dos investigadores han localizado en Valencia el primer retrato conocido de Felipe Saint-Marcq.

Mariano García

Publicado en Heraldo el 14 de octubre de 2002

«Con la espada y las bayonetas, ¡y a por ellos!«. En la mañana del 20 de febrero de 1809 un escalofrío recorrió las columnas vertebrales de los miembros de la Junta de Zaragoza. La situación era insostenible. Palafox, enfermo; su segundo, O´Neille, expirando malherido entre las ruinas; varios miles de muertos, civiles y militares, muchos de ellos pudriéndose entre los escombros; apenas sin pólvora para cañones y fusiles; con la población y la soldadesca muerta de hambre, comiendo hasta cuero podrido; y varias epidemias navegando entre las ruinas. A Zaragoza no le quedaba otro remedio que capitular. Y hasta el más optimista estaba convencido de ello. Pero no, aquella mañana de 1809 una voz se alzó en la Junta para decir que nada importaba, que había que tomar las armas que se tuvieran a mano y cargar contra los franceses. Esa voz pertenecía a Felipe Saint-Marcq, un militar que desempeñó un importantísimo papel durante los Sitios y cuya figura ha estado un poco oscurecida. De hecho, pese a la abundante iconografía que han desarrollado Palafox, Agustina, e incluso el Tío Jorge, hasta ahora no se conocía retrato alguno de este militar belga, alto y musculoso, serio y callado, que nunca llegó a hablar español con soltura y corrección.

Identificación errónea

Dos investigadores en temas militares, el aragonés Luis Sorando y el valenciano José Luis Arcón, acaban de localizar un retrato de Saint-Marcq. «Desde hace años, y pensando en las ya no tan lejanas conmemoraciones del II Centenario de los Sitios, estoy reuniendo toda la iconografía posible sobre la gesta -relata Luis Sorando-. Cuando me enteré de que en el Museo de San Pío V de Valencia había una galería de capitanes generales de ese Reino pensé que allí podía estar el de Saint-Marcq, que ostentó dicho mando entre 1823 y 1825«. Y así fue. Un retrato realizado por Miguel Parra y que erróneamente se adscribía al general Caro es la primera representación pictórica de Saint-Marcq. La clave del hallazgo realizado por Luis Sorando y José Luis Arcón ha sido el estudio de las medallas que luce el militar en el retrato. Estudios de este tipo están dando abundante información a los historiadores. «Tiene la cruz de los Sitios, la medalla de prisionero de Guerra y las condecoraciones de San Hermenegildo y San Fernando. De todos los capitanes generales valencianos, el único que podía lucir esas medallas era Saint-Marcq«, apunta Luis Sorando.

La Guerra de la Independencia sorprendió a Saint-Marcq en Madrid, de donde se fugó para ir a Valencia y ponerse a las órdenes del general Caro. Se le envió en auxilio de Zaragoza en 1808, con el primer Sitio, al mando de 6.000 infantes, 100 caballos y 6 cañones. Tras llegar a Paniza el 7 de agosto, avanzó hasta Muel y colaboró notablemente a que Lefebvre levantara el sitio el 13 de agosto de 1808. Junto a su División, quedó incorporado en el nuevo Ejército de Reserva que formó Palafox con tropas aragonesas, valencianas y murcianas. El 21 de diciembre de 1808 sostuvo durante varias horas el puesto de Torrero y, cuando se vio forzado a abandonarlo, hizo volar el puente de América, con lo que evitó la persecución de los franceses. Hacia finales del asedio ostentaba el mando de la defensa en el Coso Bajo. El 25 de enero de 1809 fue ascendido por Palafox a teniente general, lo que no le impidió dirigir personalmente la resistencia a cinco terribles asaltos franceses. El 19 de febrero, con Palafox y O´Neille fuera de combate, se ocupó del mando de las tropas. Dos días más tarde se reunió la Junta en la que pronunció la frase de «¡Con la espada y las bayonetas!«. Sólo encontró apoyo en Antonio Torres y Zaragoza acabó capitulando esa misma noche.

FECHAS MEMORABLES DE LOS SITIOS: EL 9 DE JULIO DE 1813

José Luis Perla Goñi

En los Sitios de Zaragoza hay una serie de fechas emblemáticas, a alguna de las cuales incluso está dedicada alguna calle de nuestra ciudad:

·       El 15 de junio, batalla de las Eras, en que fue detenido el ejército francés a las puertas de Zaragoza. Pensaba entrar sin disparar un tiro y tuvo que montar un sitio como a plaza fuerte, que no lo era.

·       El 2 de julio, asalto general contra Zaragoza que fue rechazado en varios puntos, entre ellos la Puerta del Portillo con el célebre cañonazo de Agustina.

·       El 4 de agosto, nuevo asalto general, en que los franceses penetran hasta el Coso, donde son detenidos, dando tiempo a que entren los refuerzos que Palafox había ido a buscar a Osera y con los que se les obliga a levantar el 14 de agosto el I Sitio.

·       El 21 de diciembre, como los anteriores de 1808, en que un violento contraata-que, mandado en persona por Palafox, impide la penetración francesa por el Arrabal, que hubiera cogido a la ciudad entre dos fuegos y permitió resistir aún otros dos meses más, II Sitio, hasta el

·       20 de febrero de 1809, fecha triste en que, agotada su capacidad de resistencia por las muchas bajas, el hambre, la epidemia y la escasez de medios de todo tipo, Zaragoza hubo de capitular ante el Mariscal Lannes empezando una época de cuatro años de ocupación.

Pero, no sé por qué, casi nadie recuerda el 9 de julio de 1813, que es la fecha en que terminó la ocupación francesa (cuatro años, cuatro meses y diecinueve días), y por fin Zaragoza fue liberada por las tropas de los Generales Espoz y Mina y Durán, los Coroneles Tabuenca y Gayán y el Brigadier D. Julián Sánchez (el Charro). Y, sin embargo, ésta es la fecha clave de la epopeya de Zaragoza, la de la liberación. Esta fecha es la que teníamos que recordar sobre ninguna otra, el fin de los sufrimientos y de la opresión, el fin de la autoridad francesa (Zaragoza fue provincia del Imperio desde el Decreto Imperial del 8 de febrero de 1810, dependiendo directamente de Napoleón que «puenteaba» así a su hermano José I, nombrado por él Rey de España).

La liberación

En la primavera de 1813 los franceses iban perdiendo el dominio sobre Aragón, especialmente sobre la orilla izquierda del Ebro, en la que nunca lo tuvieron plenamente; las guerrillas del Alto Aragón no les dejaron vivir en los cuatro años citados y su dominio fue más nominal que real. En el Bajo Aragón quizá no tanto, pero en ambas orillas del Ebro a medida que los años han ido pasando el francés vive cada vez menos tranquilo, no puede moverse más que en fuerza, necesita escoltar hasta a los correos y aún con fuertes escoltas no siempre consigue que los convoyes lleguen a su destino.

Las unidades españolas, regulares o guerrilleras, van teniendo cada vez más iniciativa y la División guerrillera de Navarra, mandada por el ya Mariscal de Campo Espoz y Mina va a ser la que consiga la liberación de la capital del Reino. El General Mina sale de Tudela el 4 de julio, a la vez que ordena a los Regimientos 2º y 7º de Infantería que desde los alrededores de Bolea bajen a Zaragoza. Mina llega el día 7 a Las Casetas y el 8, en unión de D. Julián Sánchez (el Charro), hace frente con su caballería a 200 jinetes franceses del General París, Comandante Militar francés de Zaragoza, que intentaban un contraataque y se ven rechazados y obligados a replegarse sobre el grueso de sus fuerzas. Mina despliega en los altos de la Casa Blanca y de Torrero.

Llegados también los Regimientos de Infantería 1º y 3º de Navarra y 1º de la Rioja, éste atacó flanqueando sobre la derecha del despliegue, ocupando el puente de Clavería y Torrero. Un segundo ataque por la noche obliga a los franceses a replegarse a la ciudad.

El día 9 llega el General Durán a Torrero, hay otro combate cerca de Villanueva de Gállego entre caballería española y 33 gendarmes franceses… Durán y Mina quedan en entrar en la ciudad al día siguiente a las 10 de la mañana, pero el Teniente Coronel Tabuenca se adelanta y entra esa tarde con su Batallón por la Puerta de Santa Engracia entre el entusiasmo de los zaragozanos. A las 12 y media de esa noche el General París abandona con sus hombres Zaragoza por el Arrabal, volando la última arcada del Puente de Piedra para intentar retrasar la persecución. Deja unos 400 hombres en el Castillo de la Aljafería, fiel a la idea de maniobra de Suchet de sostener al menos una línea de castillos en manos francesas para mantener las líneas de comunicaciones con Francia. En esa línea conservaron durante algún tiempo la Aljafería, Lérida, Monzón, la ciudadela de Jaca…

Por la precipitación de la retirada de los franceses la voladura del Puente de Piedra se limitó a una arcada, lo cual fue poco eficaz, pues fue reparada en seguida con vigas de madera y tablas por los zaragozanos para el paso de infantería y la caballería cruzó el Ebro por el vado, lanzándose en persecución de los franceses que se retiraban a Francia por Leciñena, Alcubierre y Monzón, acosándoles hasta Jaca, desde donde se internaron en Francia por Canfranc.

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Mina se quedó en el Arrabal, para evitar que sus tropas se mezclaran con las de Durán y hubiera problemas porque pensaran que trataban de usurpar su gloria (parece ser que Mina y Durán no se llevaban bien, aunque la Condesa de Mina lo desmiente en sus Memorias). Lo cierto es que Durán organizó un Te Deum en el Pilar dando gracias por «hechos en los que no había tomado parte» (según los de Mina) y al que éste no asistió. Por orden del Duque de Ciudad Rodrigo, Durán partió hacia Tortosa y Mina se quedó en Zaragoza sitiando a los franceses de la Aljafería que, aislados completamente de sus fuerzas, capitularon el 2 de agosto de 1813, con lo que se completó la liberación de Zaragoza.

Por eso entre todas las fechas del esfuerzo, de la resistencia y del sacrificio, no debemos olvidar que al final, gracias a la constancia y al denuedo de las guerrillas, al tesón del ejército, a la ayuda británica y portuguesa y sobre todo a la fe y al patriotismo del pueblo español que nunca cedió, nuestros antepasados ganaron aquella guerra y que el 9 de julio de 1813 es la fecha de la alegría, del fin de la ocupación, el verdadero final de los Sitios de Zaragoza.

EL PROYECTO: “LOS SITIOS DE ZARAGOZA EN EL AULA”

Una Comisión formada por cuatro miembros de la Asociación está elaborando un proyecto educativo con el fin de que todos nuestros escolares y jóvenes estudiantes se asomen al Bicentenario de los Sitios de Zaragoza conociendo una de las gestas históricas más relevantes que han sucedido en nuestra ciudad. Desde su conocimiento, pretendemos sensibilizar a las generaciones futuras para que aprendan a valorar, conservar y respetar el patrimonio cultural, artístico e histórico que tenemos en Zaragoza y que son testimonio vivo de esta época.

Teniendo presentes éstos y otros muchos objetivos que figuran en nuestro proyecto, su realización se desarrolla en diferentes niveles: por un lado teniendo en cuenta la edad de los alumnos (Primaria, Ciclos de Secundaria y Bachillerato), y por otro, la forma de ofrecerse a los Centros escolares: como actividad complementaria, como unidad didáctica inter-disciplinar, como materia dentro del Currículo aragonés… Todo ello acompañado de material didáctico que incluye un Libro de consulta del profesor, cuaderno del alumno y cuaderno de viaje (rutas por la Zaragoza de los Sitios).

Ya hemos estado en algunos colegios de Zaragoza mostrando la historia de los dos Sitios a través de sus monumentos, lugares, personajes relevantes… y la experiencia resultó muy enriquecedora tanto para nosotros como para los alumnos, que se mostraron interesados en el tema.

Para cualquier idea o sugerencia, se puede llamar a los teléfonos 976 228 042 ó 976 235 661, dejando el aviso a Domingo Genzor.

RAZONES PARA CONMEMORAR EL BICENTENARIO DE LOS SITIOS

D. JOSÉ ATARÉS MARTÍNEZ nació en El Vallecillo (Teruel) el 2 de agosto de 1960. Está casado y tiene dos hijos. Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza, abogado desde 1983, Administrador de Fincas Rústicas y Urbanas (1979) y Agente de la Propiedad Inmobiliaria desde 1981. Su trayectoria política se inicia en 1991 al ser nombrado Concejal del Ayuntamiento de Zaragoza y Diputado provincial. En ambas instituciones fue portavoz del Grupo Popular. Desde noviembre de 1993 es también Presidente provincial del PP. En la Corporación municipal 1995-1999 desempeñó el cargo de Primer Teniente de Alcalde, coordinando las áreas de Hacienda y Economía y de Régimen Interior. Continuó ejerciendo estas responsabilidades en el presente mandato municipal, desde junio de 1999, hasta su elección como Alcalde de Zaragoza el 8 de abril de 2000. Debido a su cargo, preside actualmente el Patronato de la Fundación 2008.

LO QUE HICIERON NUESTROS ANTEPASADOS

En 1908…

.. la conmemoración se centró en la Exposición Hispano-francesa, que recibió más de medio millón de visitantes en los siete meses que estuvo abierta. Sus 17 secciones recogían novedades en campos tan diversos como las Bellas Artes, la Pedagogía, la Higiene, la Agricultura, la Mecánica o las Industrias Químicas. Todo ello, junto a gran número de actividades culturales, seminarios y congresos, convirtió a Zaragoza en foco de la atención nacional. Se alcanzó así el propósito de quienes habían lanzado la idea: aprovechar el Primer Centenario para impulsar la ciudad hacia el futuro. Su recuerdo es visible en la Plaza de Los Sitios, presidida por el impresionante monumento de Agustín Querol.

Pero hubo más. Se inauguraron numerosas lápidas conmemorativas, se remodeló la Plaza del Portillo (embellecida con el monumento a Agustina, de Mariano Benlliure) y se editaron múltiples trabajos de investigación histórica y memorias de combatientes, tanto españoles como franceses.

En 1958…

… se celebraron dos exposiciones entre los meses de junio y octubre. Una recogió en el Museo Etnológico del Parque “Primo de Rivera” ciertos aspectos de la vida popular de Aragón, Bearn y Bigorra. La segunda se instaló en la Aljafería, con objetos, retratos y representaciones de los principales personajes y hechos de la defensa de la ciudad.

También tuvo lugar el II Congreso Histórico Internacional de la Guerra de la Independencia y su época, cuyas actas constituyen aún hoy un importante texto de referencia para cualquier interesado en el tema.

Pero el principal acto fue la inhumación de los restos del general Palafox en la cripta del Pilar, un solemne 8 de junio. Desde 1847 reposaban en Madrid, primero en la iglesia de Atocha y después en el Panteón de Hombres Ilustres.

Todo ello permitió una muy digna conmemoración del CL Aniversario de Los Sitios, a pesar de las difíciles circunstancias en que aún vivía la sociedad española del momento.

MEDALLAS DE HONOR DE LA ASOCIACIÓN

Onda Cero Zaragoza

El artículo 3 de nuestros estatutos establece como uno de los fines de la Asociación “promover cuantas actividades puedan ayudar a la difusión y conocimiento de la historia de Los Sitios, Guerra de la Independencia (motivaciones, hechos, anécdotas, etc., relacionados con aquellos acontecimientos históricos)”. Y eso es mucho más fácil desde que, en noviembre de 2001, el director del programa “Protagonistas Zaragoza” de Onda Cero, José Antonio Alaya, nos ofreciera una colaboración semanal.

Desde entonces, casi cincuenta viernes hemos podido narrar aspectos poco conocidos de la gesta zaragozana a una audiencia activa y que muestra gran interés por Los Sitios. Sin duda, estamos cumpliendo con nuestros fines y ello no sería posible sin la acogida de esta emisora.

Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros nº12

En Los Sitios no hubo grandes batallas campales. A cambio, se caracterizaron militarmente por el valor demostrado por ambos ejércitos y el alto nivel técnico de zapadores y artilleros. Los tan zaragozanos “Pontoneros” son dignos sucesores de aquellos ingenieros que tanto hicieron por la defensa de la ciudad. No en vano, su acuartelamiento lleva el nombre de “Sangenís”. Sólo por este motivo ya serían acreedores a nuestra Medalla.

Además, el Regimiento colabora con la Asociación en cuantas ocasiones se demanda su ayuda, muy particularmente en la ofrenda floral del 15 de junio al pie del Monumento a Los Sitios, que no sería posible sin el pontón con el que cumplen su máxima de “dar paso a través del obstáculo”.

XVIII PREMIO DE INVESTIGACIÓN

El ganador ha sido Ramón Guirao Larrañaga por su trabajo titulado “Zaragoza. Diario de entresitios (13 de agosto- 21 de diciembre de 1808)”. En él recoge los hechos acaecidos entre ambas fechas, normalmente obviados por cronistas e historiadores. La minuciosa investigación llevada a cabo le ha obligado a bucear en las actas del Ayuntamiento y múltiples documentos, espigando datos con los que ir reconstruyendo día a día lo que sucedía en Zaragoza. Se consigue así un retrato complementario a los de Casamayor y Alcaide Ibieca.

Precisamente una “Biografía de Faustino Casamayor Ceballos, Cronista de Zaragoza”, de Concepción Sánchez Rojo, ha sido acreedora a uno de los accésits, por su minuciosa reconstrucción de la vida del tan citado como poco conocido personaje.

También de gran interés es “Fraga en la guerra de la Independencia”, trabajo realizado por Antonio Belenguer Galindo, y que ha merecido otro accésit.

FUNDACIÓN ZARAGOZA 2008

En perfecta sintonía con lo acontecido en 1902 cuando el Ayuntamiento zaragozano decidió crear una Junta Magna para celebrar con la mayor dignidad el I Centenario de Los Sitios, llamando a colaborar en el mismo a todas las fuerzas vivas aragonesas el año 2002 se aprovechó para repetir el mismo esquema afrontando en idéntico horizonte 6 años vista las tareas preparatorias de la conmemoración bicentenaria que corresponde en este momento. La Fundación Zaragoza 2008 tiene como finalidad esencial y meta primordial de su actuación el estudio, programación, planifi-cación y ejecución de forma directa, en su caso, de los diferentes proyectos, actividades y acontecimiento para la más digna celebración del II Centenario de Los Sitios de Zaragoza, acaecidos, como es sabido, durante el verano de 1808 y primeros meses de 1809.

A estos efectos la Fundación Zaragoza 2008 se ha constituido en el principal órgano impulsor de la efeméride organizando cuantos acontecimientos de carácter nacional e internacional sean posibles al objeto de difundir y promover tanto los hechos históricos que se conmemoran como también la decidida vocación de la ciudad de Zaragoza para afrontar su futuro en un marco de tolerancia, de cultura y de paz.

En consecuencia con su naturaleza y con los objetivos señalados, la Fundación Zaragoza 2008 actúa desde su constitución como caja de resonancia de cuantas iniciativas se consideren convenientes para mantener el reconocimiento internacional alcanzando por Zaragoza tras los sucesos de 1808 y 1809, que asombraron al mundo por la firme expresión de un pueblo, en defensa de su libertad y que volvieron a obtener el reconocimiento interna-cional un siglo más tarde, con motivo de la Exposición Hispano-Francesa de 1908, en clara apuesta por el progreso, el desarrollo, la cultura y la paz, valores todos ellos absolu-tamente vigentes en la actualidad, que constituyen el norte de cuantas iniciativas se precisan para obtener de los organismos competentes la declaración de Zaragoza como Sede Mundial de la Paz.

A diferencia del I Centenario de Los Sitios de Zaragoza, cuyo foco se dirigió práctica-mente en exclusiva hacia la Exposición His-pano-Francesa con el mayor éxito y recono-cimiento popular, la Fundación Zaragoza 2008 actúa, en tanto se encuentre dotada de las estructuras necesarias y hasta donde lo permitan sus presupuestos, como catalizadora de cuantas iniciativas se consideren útiles a los fines previstos, asociando su imagen de marca a proyectos de ámbito cultural, deportivo, eco-nómico, científico y social. Y debe hacerlo implicándose en tales proyectos y a su vez buscando la implicación de las instituciones, entidades y asociaciones, sindicatos y empre-sas públicas o privadas, de modo que la marca 2008 alcance en el menor tiempo posible el reconocimiento que se pretende mucho antes de los años 2008 y 2009, cuando se alcance el ciclo central de las celebraciones.

Para cumplir todos estos fines la Fundación Zaragoza 2008 planifica, proyecta y ejecuta una serie de actos de expresión artística y cultural, acontecimientos deportivos de primer orden, actuaciones urbanísticas singulares… que favorezcan el enriquecimiento arquitec-tónico de la ciudad y la memoria histórica de la conmemoración. El objeto es, por consiguiente, la conmemoración de grandes exposiciones, congresos, competiciones.. que contribuyan a potenciar internacionalmente la realidad de Zaragoza y sus posibilidades de futuro en los ámbitos culturales, económicos, científicos y sociales. La Fundación Zaragoza 2008, en definitiva, impulsará y prestará su apoyo a los posibles proyectos que se organicen tanto desde el ámbito público como privado y que tengan como objeto la conmemoración de este II Centenario de Los Sitios de Zaragoza.

San Agustín, sede de la Fundación

El antiguo Convento de San Agustín y en concreto su Pabellón de ingresos es la sede de la Fundación Zaragoza 2008 desde junio de 2002. Como es sabido, la guerra de la Independencia convulsionó por completo el barrio de San Agustín arrasando gran parte de su caserío y en especial los recintos de los conventos de agustinos y de mónicas, tanto por la labor de fortificaciones de sus muros como por lo que constituyó la auténtica defensa ante el invasor francés. Durante esta guerra la lucha se hizo encarnizada en el barrio de San Agustín y en el propio convento. Los incidentes fueron notables durante el segundo sitio.

La defensa del convento de San Agustín quedó plasmada en los lienzos pintados por César Álvarez Dumont. El que se conserva en el Museo Provincial de Zaragoza es alusivo a la defensa del púlpito recogiendo a un grupo de paisanos y soldados que, arengados por un personaje «desconocido» con aspecto de ilustrado, disparaban sus fusiles contra el enemigo, apreciándose bajo los rayos del sol que entran por la ventana parte del magistral órgano. Son muy escasas las referencias pormenorizadas que después de la guerra de la Independencia describan el estado en que se encontraba el convento de San Agustín. La única conocida es de 1848 y aunque no muy exhaustiva nos pone en antecedentes del estado ruinoso en que quedó después de la agresión napoleónica.

El nuevo Centro de Historia de Zaragoza, cuya inauguración está prevista en los próximos meses, va a suponer una verdadera revolución respecto al estado en que llegó el convento de San Agustín a nuestros días. El espacio había constituido tradicionalmente un fondo de saco en torno al cual se encuentran algunas de las calles con el mayor grado de deterioro físico, social y urbanístico de la ciudad. Actualmente a la regeneración de esta zona se dedican importantes acciones previstas en el Plan Integral de Casco Histórico, y constituye uno de los principales ámbitos de intervención del proyecto «El Despertar del Gallo» incluido en el Programa URBAN de la Comunidad Europea.

ENTIDADES INTEGRADAS EN EL PATRONATO

Ayuntamiento de Zaragoza

Cortes de Aragón

Diputación General de Aragón

Diputación Provincial de Zaragoza

Universidad de Zaragoza

Real Academia de Noble y Bellas Artes de San Luis.

Real Soc. Económica Aragonesa Amigos del País.

Ateneo de Zaragoza

Asociación Cultural “Los Sitios de Zaragoza”

Cámara Oficial Comercio e Industria de Zaragoza

Confederación Empresarios de Zaragoza (C.E.Z.)

CEPYME-Aragón

Unión General de Trabajadores de Aragón (U.G.T.)

Comisiones Obreras Aragón (CC.OO.)

Unión Sindical Obrera de Aragón (U.S.O.)

Federación Asoc. de Barrios de Zaragoza. F.A.B.Z.)

Unión de Asoc. Vecinos Cesaraugusta

FUNDACIÓN ZARAGOZA 2008

D. José María Turmo Molinos

Director – Gerente

Plaza de San Agustín s/n

Zaragoza

Tfno   976 39 33 33

Fax   976 39 33 29

LA CABALGADA DE LECIÑENA: UN REENCUENTRO CON EL PASADO

Santiago Gonzalo y Paco Escribano

Tras el revés de Bailén (julio de 1808), la suerte de las armas napoleónicas en nuestra península se había tornado de tal manera incierta que el propio Napoleón se vio obligado a acudir personalmente a resolver «los asuntos de España«. Cruzó el Bidasoa el 4 de noviembre de 1808 al frente de su Grande Armée y, tras una campaña rápida y fulminante, rindió Madrid el 4 de diciembre.

Zaragoza sabía que los franceses iban a volver sobre la ciudad, pues necesitaban tan importante nudo de comunicaciones. La derrota infligida a Castaños y Palafox  en Tudela el 23 de noviembre disipó toda esperanza. Conocedora de su suerte, reforzó aún más sus defensas; ya durante los meses transcurridos desde el Primer Sitio, las hábiles disposiciones del coronel de Ingenieros Sangenís habían mejorado extraordi-nariamente las fortificaciones. Y la continua entrada de contingentes de tropas regulares, restos de la desbandada de Tudela, acabó de convertirla en un punto de defensa importante, muy lejos de la poco preparada y heroica villa del primer asedio.

El 15 de diciembre se reunieron en Alagón los mariscales Mortier y Moncey con sus dos Cuerpos de Ejército, y el día 21 lanzaron sobre nuestra ciudad un fuerte ataque con la firme determinación de acabar rápidamente con el obstáculo. Sin embargo, la capital resistió  y, tras comprender el enemigo la inutilidad de los asaltos «a viva fuerza«, se dispuso a rendirla por asedio, dando así comienzo el Segundo Sitio.

La metódica construcción de trincheras paralelas, protegidas por las baterías situadas en los altos de Torrero, Casa Blanca y La Bernardona, permitió el acercamiento de sus tropas a los enclaves exteriores, que fueron cayendo sistemáticamente. El 12 de enero, el Convento de San José. Sin su apoyo, el 15 de enero, el Reducto del Pilar. Zaragoza se hallaba en situación crítica.

Pero no estaba sola. Sabedores de que el destino de todo Aragón dependía de la suerte de la capital, en las proximidades de Alcubierre se estaba organizando un Ejército Auxiliar , que reunía tropas dispersas y voluntarios reclutados por Felipe Perena y Juan Pedrosa por toda la Ribagorza, Sobrarbe, Somontano y Monegros. El abigarrado contingente, bajo la eficaz coordinación de Fray Teobaldo Rodríguez (monje que llegaría a ser Abad de San Isidoro de León), iba adquiriendo estructura de ejército, y se distribuía amenazadoramente a lo largo de la línea Sariñena-Tardienta. Las hogueras que bri-llaban cada vez más numerosas en las estribaciones montañosas, advertían de su presencia y alentaban a los atribulados defensores de una Zaragoza que se preparaba, temerosa, al asalto definitivo.

Ese ejército inquietaba también al mando francés que, desconocedor de su magnitud, decidió conjurar el peligro. El mariscal Lannes hizo venir desde Calatayud a Mortier, quien cruzó el Ebro con la división Suchet, reuniendo una fuerza próxima a los diez mil hombres, que se presentaron en el llano situado entre Leciñena y Perdiguera el 24 de enero de 1809. Los españoles habían situado su Cuartel General en el punto más alto, el Santuario de Nuestra Señora de Magallón, que además de dominar el campo ofrecía buenas posibilidades de defensa.

La batalla del Llano

Perena cometió el error de aceptar el combate en campo abierto, a pesar del deficiente adiestramiento de sus mal aglutinadas tropas que, aunque pasaban de cinco mil hombres, eran en su mayor parte paisanos entusiastas, apenas reforzados por unos cuatrocientos soldados del Segundo de Voluntarios de Aragón, que constituían la columna vertebral de la defensa. Contaban con dos cañones, uno en las eras de Leciñena y el otro en el Santuario, manejado éste por la vecina Lorenza Marcén y su hijo, Nicolás Seral, un valiente muchacho de sólo quince años.

El perfecto orden de avance francés desbordó completamente las defensas españolas. Rotas sus líneas, abandonaron a la desesperada sus posiciones y se dispersaron, sin que los oficiales y tropa veterana pudieran contenerlos. A pesar de la defensa natural que suponía el entonces abundante arbolado, la caballería francesa los acuchilló sin conceder cuartel, dejando sobre el campo un gran número de bajas.

Poco antes de las 12 del mediodía comenzó el asalto al Santuario. También sus defensores fueron prontamente arrollados. Sin embargo, el coronel francés Rogniat reconoce en sus memorias que los españoles resistieron el fuego mejor de lo que se esperaba de una fuerza tan inexperta. Tras la batalla, el Santuario fue incendiado.

Con esta acción y otra similar sobre Zuera eliminaron los franceses el peligro que las diversas partidas suponían para su retaguardia en la margen izquierda del Ebro y conjuraron el riesgo de verse copados. De hecho, hasta que volvieron sus unidades victoriosas, cuantos sitiaban el Arrabal estuvieron con gran zozobra y, temiendo ser sorprendidos, se habían aprestado a la defensa. Dos días después se lanzaba el gran asalto a Zaragoza, que se veía obligada a capitular tres semanas más tarde.

La ermita

El Santuario de Nuestra Señora de Magallón volvió a ser primera línea de batalla en la Guerra Civil. Y ello a pesar de que este lugar, además de importante centro religioso, fue un lugar de moda, donde, desde el siglo XVIII y hasta bien entrado el XX, los zaragozanos acudían para «tomar aires» y aliviar sus dolencias y enfermedades.

Mención aparte merece la leyenda medieval sobre la llegada de la imagen de la Virgen a Leciñena. Según se dice, unos vecinos de Magallón asesinaron a un hombre en su iglesia, a pesar de encontrarlo abrazado a la imagen de la Virgen de la Huerta. Ésta, ante tal profanación, se hizo transportar por varios ángeles hasta un monte de Leciñena, a casi ochenta kilómetros de su localidad original, donde fue encontrada por un pastor en 1283. Se extendió la noticia y los magallonenses, sospechando pudiera ser su Virgen, acudieron a pedir una devolución que finalmente consiguieron. Mas cada vez que intentaban realizar el traslado, la imagen desaparecía milagrosamente y volvía a su ermita monegrina. Finalmente quedó para siempre en Leciñena, aunque se acordó ponerle por nombre el de Nuestra Señora de Magallón, en recuerdo de su origen.

La conmemoración

Desde 1992 se recuerdan tales hechos con una serie de actos que ya se han asentado como un referente cultural y festivo en la zona. Siguiendo el impulso del recordado Juanjo Marcén, la Asociación Nuestra Señora de Magallón de Leciñena, Perdiguera y Robres organiza el sábado más próximo al aniversario de la batalla (este año, el día 25 de enero) una concentración de jinetes que protagonizan una espectacular cabalgada hasta el Santuario. Allí tienen lugar una ofrenda de flores a la Virgen y una misa. Después, una comida de hermandad en la que comparten ilusiones y proyectos cuantos participan en tan original jornada, pues allí se reúnen desde amantes a la equitación hasta aficionados a la Historia, pasando por gentes que simplemente quieren pasar una mañana agradable y diferente. El colorido es aportado por las banderas de los jinetes y los vistosos uniformes de los Voluntarios de Aragón, un grupo de recreación histórica surgido en el seno de la Asociación Cultural «Los Sitios de Zaragoza». Pues, como dicen los organizadores, «se agradecerá la colaboración de toda aquella gente que suba con trajes de época a la Ermita«.

Por la tarde aún queda tiempo para alguna actividad cultural como un concierto, una charla o una demostración de herraje de caballos. Desde luego, todos son buenas razones para disfrutar de un día muy especial. Y a poco más de 20 kilómetros de Zaragoza. Para no perdérselo.

Publicado en la revista “Viajar por Aragón” –enero 2003- Está previsto un nuevo artículo en junio.

La cabalgada de este año tuvo lugar con una gran asistencia de público. Nuestra Asociación estuvo representada por los Voluntarios.

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