Carta de nuestro Presidente
Homenaje a las Heroínas
3.er Ciclo de conferencias
XIX Ruta de los Sitios
Recorrido
Breve guion
Nuestras calles. Nuestra Historia
Queridos amigos,
Después del interesantísimo ciclo de conferencias de estos últimos días nos reunimos nuevamente con motivo de la tradicional ruta de los Sitios que, desde 1991, recorremos cada 1 de noviembre. Siempre descubriendo lugares nuevos y detalles menos conocidos de esta epopeya.
Pocas ciudades tienen un campo de batalla entre sus calles, pero Zaragoza en 1808 se levantó en armas contra el invasor y sufrió en sus entrañas la tragedia de la guerra. Doscientos años después todavía se pueden reconocer algunos de aquellos escenarios, testigos mudos de durísimos combates. Los lugares significativos son tan abundantes que nos permiten recorrer rutas diversas cada año y aprender siempre algo nuevo.
Durante los Sitios, fue el propio Napoleón quien señaló el vértice que formaba la ciudad a la altura de Santa Engracia como el punto más débil para atacar Zaragoza. Por este motivo comenzamos hoy la visita en la Glorieta de Sasera, antiguo Reducto del Pilar, que fue arrasado previamente para poder penetrar en la ciudad. Avanzaremos hacia el centro de Zaragoza visitando lugares emblemáticos que nos recordarán el avance francés durante el segundo Sitio y nuestra mirada transformará estos lugares cotidianos en bastiones de la defensa heroica de Zaragoza.
Terminaremos la ruta, como ya es tradición, en la cripta de la Basílica del Pilar, depositando solemnemente una corona de laurel en la tumba del General Palafox, Caudillo de los zaragozanos en aquellos durísimos momentos homenajeando en su figura a todos los que lucharon con honor por defender nuestra ciudad durante los Sitios de Zaragoza.
Quiero finalizar reiterando nuestra ilusión y nuestro esfuerzo en desarrollar nuevas iniciativas que sirvan para la mayor difusión de este momento histórico que nos apasiona. Agradezco en nombre de toda la Junta vuestro apoyo y colaboración tan cercanos.
Gonzalo Aguado Aguarón
Presidente Asociación Cultural Los Sitios
HOMENAJE A LAS HEROÍNAS. 11 DE OCTUBRE DE 2009
El tradicional homenaje a las Heroínas de los Sitios de Zaragoza reunió a cientos de personas en la emblemática plaza del Portillo, donde hace 200 años tuvo lugar el famoso cañonazo de Agustina de Aragón.
Antes de las once de la mañana empezó la primera parte del acto con los acordes del grupo folclórico “Rollo del Rabal”. La artista, Corita Viamonte, dio la bienvenida a los asistentes e intercaló entre las diversas piezas musicales, bellas palabras de recuerdo a las mujeres que defendieron Zaragoza durante los Sitios.
La banda de la Agrupación de Apoyo Logístico 41, acompañada por una sección de fusiles, interpretó también algunas piezas musicales que deleitaron al numeroso público asistente.
En la plaza formaban también el grupo de recreación histórica Voluntarios de Aragón ataviados con su uniforme de 1808 y un numeroso grupo de mujeres con indumentaria de época que recordaba a las heroínas zaragozanas.
Los timbaleros del Ayuntamiento anunciaron la llegada del alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch, quien fue recibido por el teniente general Fernando Torres y por el presidente de la Asociación, Gonzalo Aguado.
Tras saludar a las autoridades y grupos participantes en el acto se dirigieron al escenario a cuyo pie formaban soldados de los regimientos “Numancia”, Ingenieros, Pontoneros, y de la Academia Logística vestidos con los uniformes de 1808.
El presidente de la Asociación, Gonzalo Aguado, abrió el acto protocolario con unas palabras en las que destacó el protagonismo femenino de las bravas mujeres zaragozanas y la vigencia de este ejemplo en la sociedad actual que “hará que ningún reto se tenga hoy por imposible”.
Por su parte, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, afirmó que la historia de los Sitios “merece ser recordada para valorar el enorme esfuerzo que nos ha costado llegar a ser como somos”, e insistió en la lucha contra la desigualdad y la discriminación. ”Hemos avanzado pero queda mucho por recorrer”.
A continuación tuvo lugar la ofrenda de unas coronas de laureles en el monumento a Agustina acompañada de unas salvas de honor de fusilería y artillería, ejecutada por los Voluntarios y Artilleros de Aragón, respectivamente. Para culminar el emotivo acto, un gran número de mujeres ataviadas con indumentaria de época y vestimentas tradicionales aragonesas pasaron por el monumento a las heroínas para depositar a sus pies claveles rojos y amarillos.
Mientras en la plaza tenía lugar la lectura de un fragmento del romance «La jornada del Arrabal» a cargo de una emocionada Corita Viamonte, la comitiva de autoridades y numerosas personas se dirigía a la vecina Iglesia del Portillo, donde fueron recibidos por el párroco, Manuel Liarte, que tuvo unas palabras de bienvenida, pasando a continuación a una ofrenda floral en el Mausoleo de las Heroínas y una breve actuación del coro “Locus Amoenus” que puso un brillante broche final al acto.
El homenaje contó con la asistencia del Vicealcalde de Zaragoza, Fernando Gimeno; del consejero municipal de Economía, Hacienda y Empleo, Francisco Catalá; del consejero municipal de Fomento y Deportes, Manuel Blasco; de la concejala de Cultura, Pilar Alcober, y los concejales del Partido Popular Dolores Serrat y Sebastián Contín.
También acudieron la presidenta del Instituto Aragonés de la Mujer, Rosa Borraz, y la alcaldesa de la localidad francesa de Pau, Martine Ligneres- Cassou.
Además, estuvieron presentes autoridades militares, como el general de la brigada de Castillejos, el delegado de Defensa en Aragón, el coronel Pereira, los jefes de las unidades de Zaragoza, el general de la Guardia Civil en Aragón, Rafael Ferrera, y representantes de la Academia de Calatayud y de la Academia General Militar.
3.er CICLO DE CONFERENCIAS
“LOS SITIOS DE ZARAGOZA Y SU INFLUENCIA EN LA RESISTENCIA ESPAÑOLA A LA INVASIÓN NAPOLEÓNICA”
Un año más, la Asociación Cultural “Los Sitios de Zaragoza” reúne a un grupo de expertos en la Guerra de la Independencia, a fin de dar a conocer aspectos habitualmente poco tratados. Se pretende así aportar un punto de vista complementario, y más profundo, a la mera descripción de hechos y personajes idealizados.
Tras el éxito de las dos primeras ediciones, en esta ocasión se presenta la oportunidad de apreciar desde varios ángulos cómo se veía en 1809 la trascendencia de la resistencia zaragozana a los asedios napoleónicos. Para ello se recuperan las figuras de Martín de Garay y del intendente Lorenzo Calvo de Rozas, miembros de la Junta Central Suprema que en el otoño de 1809 intentaba coordinar el esfuerzo bélico nacional contra el invasor francés.
Por otro lado, los combates y las figuras míticas de Los Sitios, como Palafox o Agustina, adquirieron una gran repercusión internacional, que centraremos en el caso británico, pues en Gran Bretaña se siguió con gran interés el desarrollo de los asedios y se produjo una interesante obra artística relacionada con ellos.
Calvo de Rozas, representante del Reino de Aragón en la Junta Central
Antonio Moliner Prada es Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona. Pertenece a la Junta de la Asociación para el Estudio de la Guerra de la Independencia (AEGI) y al Consejo de Redacción de las revistas “Trienio. Ilustración y Liberalismo”, “Spagna Contemporanea” e “Hispanianova”.
Es autor de numerosos artículos, comu- nicaciones y ponencias, presentados a más de setenta congresos, simposios y seminarios tanto de ámbito nacional como internacional. Ha dirigido entre otros proyectos de investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación: 1) Mito y realidad en la Guerra de la Independencia; 2) Cultura y Sociedad en la Guerra de la Independencia y 3) Memoria y olvido de la Constitución de Cádiz (1812-1912).
Entre sus numerosos libros destacan La Catalunya resistent a la dominació francesa (1808-1812), Revolución burguesa y movimiento juntero en España (1808-1868), La Guerrilla en la Guerra de la Independencia, (Premio Ejército 2003), La Guerra de la Independencia en España (1808-1814) (ed.), y Ocupació i resistència a la Guerra del Francès (1808-1814) (coord.).
En su conferencia pretende rescatar la figura de Lorenzo Calvo de Rozas (1793-1850), comerciante y banquero de próspera fortuna, que abandonó Madrid tras la ocupación francesa y se
dirigió a Zaragoza, donde fue una figura
destacada en el Primer Sitio. Palafox le nombró corregidor de la ciudad, intendente del ejército, secretario de las Cortes y vocal de la Junta Militar, cargos con los que puso orden en los ramos de hacienda, contabilidad y acopio de víveres. A su término fue designado, junto con Francisco Palafox, para representar al Reino de Aragón en la Junta Central.
Hombre de recio carácter, siempre justificó la legalidad de la Junta Central y de las provinciales. De ideología liberal, defendió la libertad de imprenta y la convocatoria de Cortes para elaborar una Constitución. Las medidas que propuso ante la Junta Central, tanto en el aspecto militar como financiero, tenían un claro propósito de defensa del interés público. Para revitalizar la resistencia de Aragón, tras el Segundo Sitio, propuso a la Central la creación de la denominada Junta Superior de Aragón y parte de Castilla.
Tras el fracaso de la batalla de Ocaña, la Junta Central se trasladó a la Isla de León, donde Calvo de Rozas exigió la creación de un Consejo de Regencia para resolver el estado de anarquía creado. El nuevo Gobierno ordenó perseguir y encarcelar a algunos miembros de la Central, entre ellos Lorenzo Calvo de Rozas. Le acusaron de falta de patriotismo y de no haber dado cuenta de los caudales que había manejado. Permaneció en la cárcel más de ocho meses, hasta que las Cortes declararon su inocencia y fue puesto en libertad.
En sus escritos desmontó todas las acusaciones y demostró su talante liberal y patriótico, cercano a los ideales democráticos. Tras el golpe de Estado de 1814, Calvo de Rozas fue confinado fuera de Madrid y ocupó diversos cargos políticos durante el Trienio Liberal. De nuevo fue detenido y encarcelado en 1834 y 1836, acusado de participar en diversas asonadas liberales.
El impacto de Los Sitios de Zaragoza en el Reino Unido: prensa, arte y literatura
Alicia Laspra Rodríguez es Doctora en Filología Inglesa con Premio Extraordinario por la Universidad de Oviedo y diplomada en Estudios Norteamericanos, como Becaria Fulbright, por la Universidad de Nueva York. En la actualidad es Profesora Titular en el Departamento de Filología Anglogermánica y Francesa de la Universidad de Oviedo.
Ha publicado diversos trabajos sobre temas de lingüística aplicada y enseñanza del inglés. Por lo que se refiere a las relaciones hispano-británicas durante 1808-15, ha publicado artículos y libros como Intervencionismo y Revolución: Asturias y Gran Bretaña durante la Guerra de la Independencia (1808-1813), Las relaciones entre la Junta General del Principado de Asturias y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda en la Guerra de la Inde-pendencia, y La Gazeta de Oviedo, primera época (junio 1808-julio 1809). Es coautora, junto a Brian O’Connell, de In Bello Fortis: la vida del teniente general Sir William Parker Carrol (1776-1842).
Lleva más de 25 años trabajando en archivos británicos, especialmente The National Archives y la Biblioteca Británica, y ha dirigido un -proyecto de investigación para la catalogación y traducción del fondo documental correspondiente a los años 1808 y 1809 de los archivos del War Office, en Londres, cuyos resultados están en prensa y se publicarán en formato libro dentro del presente año.
El seguimiento que se hizo en el Reino Unido de los acontecimientos de España durante la Guerra de la Independencia, fue sorprendentemente minucioso. Se conoce la correspondencia de los agentes y oficiales de enlace británicos destacados en la Península por el Gobierno británico, como Charles Doyle en Aragón. Tanto él como sus colegas, enviaban puntualmente a Londres minuciosos informes y todo tipo de documento impreso que caía en sus manos. Otros personajes, que viajaban por España por razones diversas, contribuyeron a la transmisión de las noticias de un modo similar. Su correspondencia, así como las gacetas, los bandos y proclamas, etc. que enviaban a Gran Bretaña, sirvieron para suministrar información al público a través de los numerosos periódicos londinenses del momento.
En esta cadena transmisora de información, nos encontramos con unos lectores de lujo, que realizan un seguimiento puntual de tales noticias y se inspiran en ellas para crear producción artística de diversa índole. Uno de los asuntos de mayor impacto son, naturalmente, Los Sitios de Zaragoza. El presente trabajo ofrece una revisión lo más exhaustiva posible de la forma en que los asedios zaragozanos sirvieron de fuente de inspiración artística, sobre todo, a los principales autores literarios del momento, como William. Wordsworth, Samuel T. Coleridge, Felicia Hemans, Lord Byron, Laura S. Temple y John Agg.
Martín de Garay y Aragón
Nuria Alonso Garcés es Doctora en Historia por la Universidad de Santiago de Compostela y profesora de Historia de la Xunta de Galicia. Ha participado en varios trabajos colectivos de investigación sobre Historia Con-temporánea de Galicia y Didáctica de la Historia. Su actividad investigadora se centra actualmente en la Guerra de la Independencia, producto de lo cual ha presentado varias ponencias y comunicaciones.
Es descendiente de Martín de Garay y Perales (1771-1822) y ha descubierto y transcrito su archivo privado. Este personaje, relativamente olvidado, fue una figura clave en el tránsito entre el Antiguo Régimen y los tiempos modernos. Su decisiva labor en la Junta Central Suprema no ha sido suficientemente resaltada, pues además de Secretario General fue Ministro de Estado.
Dirigió la diplomacia, logrando gran número de reconocimientos por parte de los países europeos, con el consiguiente rechazo al gobierno de José, procuró el apoyo británico a través del contacto con los embajadores y ministros ingleses, frenó la insurgencia americana, ideó planes estratégicos y obtuvo armas, pertrechos y víveres para los ejércitos, creando la imponente -aunque desgraciada- fuerza que combatió en Ocaña.
Formó parte además de la comisión de Cortes, y en ella redactó la Instrucción para llevar a cabo la reunión. Era la primera vez que en la historia de España recaía en sus Cortes la soberanía nacional. Emprendió en 1817 una reforma de Hacienda que ha sido considerada por importantes hacendistas como la clave para el moderno sistema tributario.
Pero Garay era ante todo un aragonés de corazón – si bien no de nacimiento- que a lo largo de su vida procuró en todo momento beneficiar a su tierra. Lo hizo durante la guerra, pero también cuando fue protector de los Canales y Ministro de Hacienda. Sus mejores años fueron los que transcurrieron en
Zaragoza y sólo se sentía real-mente feliz cuando llegaba a su pueblo, La Almunia de doña Godina, donde está enterrado.
Su biografía fue objeto de la tesis doctoral de la conferenciante y ahora ve la luz en un libro editado por la Institución “Fernando el Católico” (www.ifc.dpz.es).
XIX RUTA DE LOS SITIOS DE ZARAGOZA. 1 DE NOVIEMBRE DE 2009
RECORRIDO
9:45 h.
Concentración en la Glorieta Sasera.
10:00 h.
Comienzo de la Ruta.
Bienvenida a cargo de Francisco Escribano.
Palacio de Capitanía.
Explicación a cargo de Mariano Martín.
Santa Engracia.
Explicación a cargo de Juan Carlos Cortés.
Busto de Sanclemente.
Explicación a cargo de Gonzalo Aguado.
Plaza del Carmen.
Explicación a cargo de Luis Sorando.
Plaza de Salamero.
Explicación a cargo de Mariano Martín.
Iglesia de Santiago (Fieles Zaragozanos).
Explicación a cargo de José Luis Perla.
Audiencia.
Explicación a cargo de Gonzalo Aguado.
Plaza España.
Explicación a cargo de Juan Carlos Cortés.
12:30 h.
Descanso.
Paseo hasta la Basílica del Pilar..
13:00 h.
Ofrenda floral en la Cripta del Pilar.
Se ruega puntualidad.
GLORIETA DE SASERA
Emblemático lugar en el que los defensores emplazaron un reducto de defensa. Y qué mejor nombre que el de Nuestra Patrona. En la puerta de entrada, un cartel rezaba: “Reducto de la Virgen del Pilar. Inconquistable debido a tan sagrado nombre. Vencer o morir por la Virgen del Pilar”.
No obstante, no duró ni un mes en pie tras el inicio del segundo Sitio. Tras caer el Convento de San José en manos francesas, el Reducto del Pilar, perdida esa defensa exterior fue abandonado el 15 de enero de 1809 ante los continuos ataques franceses a sus ya debilitados muros y tras haber conseguido su objetivo: obstaculizar todo lo posible el asalto enemigo a Zaragoza.
PALACIO DE CAPITANÍA
En sus cercanías se alzaban históricas construcciones como la Torre del Pino y la Puerta de Santa Engracia. Zonas de encarnizados combates en una de las puertas de entrada a la ciudad clave durante el desarrollo del primer Sitio.
BASÍLICA DE SANTA ENGRACIA
En su lugar, se alzaba majestuoso el Monasterio Jerónimo de Santa Engracia. Fundado en 1493 por voluntad de D. Fernando el Católico fue volado en su mayor parte por el ejército francés tras abandonar Zaragoza en junio de 1808, finalizando así el primer Sitio.
FELIPE SANCLEMENTE Y ROMEU
Diputado del Común en el Ayuntamiento de Zaragoza, fue nombrado por Palafox Vocal de la Junta Militar. Rechazando un ataque en los jardines del Conde de Fuentes, el 5 de agosto de 1808, fue alcanzado de gravedad por un disparo que le atravesó la rodilla. Como consecuencia de sus heridas, quedó invalido. Al final de la contienda, el pueblo de Zaragoza solicitó le fuera concedido un puesto en la administración de la ciudad, solicitud que fue atendida.
PLAZA DEL CARMEN. PLAZA DE SALAMERO. IGLESIA DE SANTIAGO
Miguel Salamero, a quien se honra en su homónima plaza, fue un comerciante en sedas de la ciudad que armó, a sus expensas, a sus trabajadores, defendiendo bravamente el Convento de Santa Fe y la calle Azoque.
La Iglesia de Santiago o de San Ildefonso era el lugar elegido por el General Léfébvre para instalar su Cuartel General en la, a priori, fácilmente conquistable Zaragoza. En su interior, podemos encontrar la Capilla de los fieles zaragozanos, lugar de perpetuo homenaje a los Defensores de Zaragoza.
FELIPE SANCLEMENTE Y ROMEU
Diputado del Común en el Ayuntamiento de Zaragoza, fue nombrado por Palafox Vocal de la Junta Militar. Rechazando un ataque en los jardines del Conde de Fuentes, el 5 de agosto de 1808, fue alcanzado de gravedad por un disparo que le atravesó la rodilla. Como consecuencia de sus heridas, quedó invalido. Al final de la contienda, el pueblo de Zaragoza solicitó le fuera concedido un puesto en la administración de la ciudad, solicitud que fue atendida.
PLAZA DEL CARMEN. PLAZA DE SALAMERO. IGLESIA DE SANTIAGO
Miguel Salamero, a quien se honra en su homónima plaza, fue un comerciante en sedas de la ciudad que armó, a sus expensas, a sus trabajadores, defendiendo bravamente el Convento de Santa Fe y la calle Azoque.
La Iglesia de Santiago o de San Ildefonso era el lugar elegido por el General Léfébvre para instalar su Cuartel General en la, a priori, fácilmente conquistable Zaragoza. En su interior, podemos encontrar la Capilla de los fieles zaragozanos, lugar de perpetuo homenaje a los Defensores de Zaragoza.
PALACIO DE LOS LUNA. AUDIENCIA DE ZARAGOZA. CAPITANÍA GENERAL DE ARAGÓN
Construida entre 1551 y 1552, la casa del virrey de Aragón ocupó los solares de seis inmuebles. Los gigantes que escoltan la puerta de entrada, Hércules y Teseo, fueron testigos directos del levantamiento del pueblo de Zaragoza, el 24 de mayo de 1808. En sus balcones, un Palafox recién investido Capitán General de Aragón, salió para recibir la aclamación del pueblo de Zaragoza e insuflar.
patrióticos deseos de lucha al ardiente espíritu aragonés exaltado tras los acontecimientos acaecidos en Madrid tras el 2 de mayo y los días sucesivos.
PLAZA DE ESPAÑA
Sus piedras vieron a lo largo de los Sitios escenas de destrucción, dolor, heroísmo y valor.
En el solar ocupado hoy en día por la Diputación Provincial de Zaragoza, antaño se levantaba el Convento de San Francisco, parte del cual todavía puede verse en los patios interiores de la Diputación. Por los hechos aquí acaecidos ha pasado a la Historia María Blázquez responsable última del rescate del Cristo de la Cama, que se encontraba en el interior del citado Convento, dado que se encontraba en peligro ante el inminente derrumbamiento de la sede franciscana
Otro edificio singular situado en la Plaza de España fue el Hospital de Nuestra Señora de Gracia, testigo del cariño y devoción de la Madre Rafols. Ante el bombardeo recibido de los cañones franceses, tuvo que ser evacuado. Se levantaba en el solar ahora ocupado por el Banco de España y solares aledaños.
A poca distancia del actual Monumento a los Mártires de la Religión y de la Patria se hallaba un templete conocido como la Cruz del Coso, con el mismo fin que el Monumento actual, honrar a los mártires de la ciudad. Fue arrasado durante la contienda y sustituido por el actual Monumento en 1904.
NUESTRAS CALLES. NUESTRA HISTORIA
Padre Consolación. Llamada antes de Fernández Estajé, está situada en el barrio de La Almozara y se sitúa entre la calle de J. Sariñena y la avenida de Pablo Gargallo.
José Ibáñez García, el padre Consolación, era agustino recoleto, nacido en Villafeliche (Teruel), el 2 de septiembre de 1769, fue consejero de Palafox y miembro de la Junta de Capitulación, fue el único que votó en contra de la entrega de la ciudad. El 30 de septiembre de 1809 fue hecho prisionero, se le llevó a la Aljafería y cuando era llevado prisionero hacia Francia el 9 de diciembre del mismo año fue fusilado en el término de Luceni y arrojado al Canal Imperial. Se encontró su cadáver siete años después dando lugar este hecho a curiosas interpretaciones sobre su muerte.
Información extraída del libro “Zaragoza, las calles de Los Sitios”, cuya autora es nuestra socia Conchita Sánchez Rojo, que puede descargarse gratuitamente de nuestra web.
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