ASOCIACIÓN CULTURAL LOS SITIOS DE ZARAGOZA

Carta de nuestro Presidente
Botellón, con licencia para profanar
Recreaciones históricas
José María de L´Hotellerie
de Fallois y Fernández de Heredia

Unidades en los Sitios.
Regimiento de Infantería de
línea de Extremadura

Conmemoración del inicio de Los Sitios de Zaragoza
Nuestras calles. Nuestra Historia

El 15 de junio es una fecha intrínsecamente ligada a nuestra Historia y que desde 1808 hasta nuestros días ha ido marcando con insistencia el devenir de nuestra ciudad.

Las tropas napoleónicas fueron frenadas inesperadamente a las puertas de Zaragoza aquel famoso15 de junio de 1808. El Ejército imperial, hasta entonces invencible, se veía obligado a replantear su ofensiva comenzando de esa manera los heroicos Sitios de Zaragoza.

No podían imaginar todavía los zaragozanos los episodios tan dolorosos que les aguardaban, ni los franceses la encarnizada defensa con la que se les iba a hacer frente.

Finalmente, tras dos durísimos asedios, Zaragoza sucumbiría pero la llama de su resistencia había prendido ya en toda España.

Afortunadamente, cien años después aquellos acontecimientos bélicos estaban tan superados que se organizó una exposición Hispano Francesa para demostrar la fraternal relación que había entre los dos países vecinos. Se inauguró el 15 de junio de 1909.

En la misma fecha, pero en 2008, se inauguraba la Exposición Internacional de 2008, que mostraba al mundo la imagen de una Zaragoza abierta al progreso y al desarrollo.

El 15 de junio simboliza de una forma peculiar nuestra capacidad para asumir retos y enfrentarnos a ellos. Por todo lo que supusieron para Zaragoza los Sitios y todo lo que ha significado el 15 de junio a lo largo de los siglos consideramos desde la Asociación Los Sitios que esta fecha debería ser destacada en el calendario nuestra ciudad como reconocimiento a su pasado y como faro para el futuro.

Para todos los socios, amigos y simpatizantes un fuerte abrazo,

GONZALO AGUADO AGUARÓN
Presidente Asociación Cultural Los Sitios

BOTELLÓN, CON LICENCIA PARA PROFANAR

Por Arturo-José González Ascaso

A mediados de 1808, un pueblo rodeado de enemigos extranjeros esgrimió un lema basado en una creencia, en una devoción, un lema bajo el que vivió, luchó y murió para defender su tierra: “¡Por la Virgen del Pilar, vencer o morir!”.

Han pasado doscientos años. Ya no hay enemigos extranjeros a las puertas de Zaragoza. Sin embargo, algunos, muchos, todavía seguimos teniendo ese mismo lema, esa misma devoción en nuestros quehaceres diarios. No hay ejércitos napoleónicos en nuestra tierra, pero sigue habiendo enemigos contra los que luchar, día a día: la injusticia, el maltrato, la incultura, el deshonor, … siendo la mejor lucha el dar ejemplo mostrando respeto, justicia, lealtad, nobleza hacia nuestros semejantes, ante nuestros mayores, ante nuestros antepasados.

Sin embargo, hay un grupo que no tiene esos sentimientos, esos valores; que si de algo se enorgullece es de la falta de respeto para consigo mismos y para con los demás. De despreciar su pasado, su presente y su futuro.

En la zaragozana Plaza de Los Sitios se yergue majestuoso, en forma de monumento, el homenaje agradecido hacia unos antepasados que dejaron su piel en defender a sus familias, su tierra y su honor ante el mejor ejército de la época; el monumento más hermoso y emblemático de la ciudad, que fue inaugurado con motivo del Primer Centenario de Los Sitios por Sus Majestades Don Alfonso XIII y Doña Victoria Eugenia.

El pasado 11 de abril, domingo, este magno monumento, representativo del sentir de todo un pueblo, amaneció vejado y menospreciado por una panda de necios vándalos alcoholizados fruto de un sempiterno botellón. Salvajes que como gracia, más bien gamberrada, colocaron bricks vacíos en las estatuas de los bravos defensores, esculpidos por Agustín Querol a modo de santuario pétreo, rompiendo la centenaria piedra, profanando su memoria. La memoria de aquéllos que vertieron su sangre para defender la Libertad de la que ahora gozan esos necios bárbaros, una Libertad que malgastan y pisotean.

Debemos defender nuestra Historia y a nuestra gente contra la barbarie porque el enemigo no está a las puertas de Zaragoza. El enemigo está dentro.

¡Por la Virgen del Pilar, vencer o morir!

RECREACIONES HISTÓRICAS. NUESTRO PASADO A LAS PUERTAS DE CASA

Por Arturo-José González Ascaso

Si, hace un año, nos hubieran hablado de recreaciones, quizá hubiéramos puesto “cara de póker” para disimular nuestra ignorancia.

O tal vez, recordando a nuestros hermanos y compañeros de los Voluntarios de Aragón, hubiéramos puesto uniforme y cara afirmando con un rotundo “¡Ah, sí!, sin pensar mucho más.

Sin embargo, a día de hoy, sabemos que las recreaciones son mucho más que nuestros valerosos Voluntarios que constituyen un complejo entramado de hermandad entre pueblos.

Complejo no tanto por dificultad de unificar tantas agendas de ciudades, asociaciones, personas sino por la amplitud de países involucrados.

En las dos recreaciones que hemos podido disfrutar en Zaragoza, hemos tenido el honor de que nos visitaran recreacionistas de Finlandia, Francia, Italia, Polonia, Reino Unido, Suecia… y, por supuesto, compatriotas de Galicia, León, Madrid, Valencia…
Los días 28 de febrero y 1 de marzo del año pasado, pudimos disfrutar de la recreación de Los Sitios de Zaragoza en nuestras calles, en el Paseo de la Independencia, primero y en el Palacio de la Aljafería después. Un enfrentamiento incruento entre españoles y franceses.

Hace unos días, el 15 y 16 de mayo, en un contexto histórico algo distinto, pero no menos nuestro, la Guerra de Sucesión dieciochesca nos traía hasta los Montes de Torrero un conflicto con solución muy actual: la Dinastía borbónica.

Estas recreaciones confieren a nuestra ciudad un plus histórico, cultural y, por qué no, turístico que ya disfrutan otras ciudades europeas. Para 2011 está prevista una nueva recreación de Los Sitios de Zaragoza.

Unas recreaciones que son todo un mundo, aparentemente contradictorio, en donde parece que lo único que une es la guerra. Aunque realmente, ojalá todas las guerras fueran así. Unas guerras con muertos que se divierten, con muertos que resucitan al finalizar la última salva, el último cañonazo; unas guerras que, en vez de división y odio, consiguen la unidad y hermanamiento de los pueblos evitando que se haga realidad ese sabio adagio que dice que “Quien olvida su pasado está condenado a repetirlo”. Gracias a los recreacionistas, quizá tengamos un futuro distinto, un futuro sin guerras, un futuro de paz. Para nosotros y para nuestros hijos.

EL PASADO SE CONVIERTE EN HISTORIA

JOSÉ MARÍA DE L´HOTELLERIE DE FALLOIS Y FERNÁNDEZ DE HEREDIA
Por Elisa de L’Hotellerie de Fallois y Martínez
Baronesa de Warsage

Me han solicitado unas pinceladas sobre mi vida en las que explique algunas cosas que sirvan para que me conozcáis un poco más. Ya sé que sabéis quién soy, podéis ponerme un nombre y unas fechas, pero a la vez soy un gran desconocido para muchos, creo que sólo mis paisanos de Calatayud podrían contar quiénes fueron mis padres o mis abuelos, donde está la casa en la que nací y viví mi infancia.

Empezaré contando que existe documentación en la que se cuenta que ya en 1375 la familia L´Hotellerie, de origen valón, tenía su residencia en el castillo de Ravosée, jurisdicción de Vandre, en Bélgica. Más tarde, a finales del siglo XVI, al casarse mi tatarabuelo Florencio de L´Hotellerie con María de Fallois, acordaron unir los apellidos en uno solo y tomaron posesión de los lugares de Warsage, Conixheyde y Grametz.

Mi abuelo Gil Carlos, viene a España en compañía de sus hijos Rolando y Luis, a servir a S. M. D. Felipe V, en la Guardias Walonas. Más tarde, regresó a Bélgica, dejando aquí a sus hijos.

Rolando José Augusto, mi padre, estando destinado en Barcelona, conoció a la señorita María Ana Fernández de Heredia, hija del Coronel del mismo cuerpo Alonso Fernández de Heredia, bilbilitano insigne, que había vuelto a su tierra, después de haber desempeñado, entre 1761 y 1765, los cargos de Mariscal de Campo de los Reales Ejércitos de su Majestad Imperial el Rey de España, Presidente de la Real Audiencia de Guatemala, Gobernador y Capitán General de la Capitanía General de Guatemala. Costa Rica, en su honor, conserva una provincia con su nombre.

Mis padres se casaron en Calatayud, en junio de 1753. Del matrimonio nacieron en Calatayud tres hijos, Alonso (muerto en la batalla de Llex, Figueras, el 26 de septiembre de 1794), María del Pilar y yo que nací el día 17 de junio de 1759, bautizado en la Colegiata de Santa María de mi ciudad, con los nombres de José María Joaquín Vicente.

A la edad 12 años, el 17 de julio de 1771, fui nombrado Cadete. En esa fecha, comienza mi actividad militar.

En el bloqueo y sitio de Gibraltar, desde el 15 de junio de 1781 hasta su fin, participo en mi primera campaña y acción de guerra, con el grado de segundo Teniente. Desempeñé diferentes destinos, entre ellos en Barcelona, en cuya ciudad contraje matrimonio con la joven viuda Josefa Adriana de la Barre Pechman, en fecha 9 de julio de 1791, inscrito en el Archivo Capitular de la Catedral de Barcelona, aunque al mes siguiente volvimos a celebrar la ceremonia, esta vez en Calatayud, donde unos años más tarde instalamos nuestro domicilio en la Casa Palacio de la familia. De mi feliz matrimonio nacieron tres hijos: Bernardo, Manuel y María Pilar.

Unos años después, fui reclamado a Palacio para servir como instructor de su Alteza Real el Príncipe de Asturias D. Fernando VII. En 1807, en el cumplimiento de mi deber, al impedir la entrada del favorito Godoy a los aposentos del Príncipe, cumpliendo órdenes superiores, éste, en un arranque impulsivo y motivado por celos de poder, ordena la incoación del llamado proceso del Escorial, en el que me veo envuelto y condenado a la pena de destierro, la que se llevó a efecto en Calatayud.

Una vez en mi ciudad, el cariño de mis paisanos hacen que la prisión se convierta en un lugar de encuentro y desde allí se organicen futuras hazañas.

Los correos del Marqués Caballero al Alcalde de Calatayud, Ignacio de la Justicia, son continuos, solicitándole información sobre las visitas que pudiese tener en prisión, indicándole expresamente que mi incomunicación debía ser absoluta, son contestados por mi alcalde en beneficio mío, lo que supone, en atención a mi buen comportamiento, se ordene mi libertad a los 66 días de ser encarcelado.

A partir de ese momento, los acontecimientos trascendentales que se avecinan, van a condicionar mi devenir y actividad en defensa de nuestro pueblo.

En otra ocasión, os contaré el resto, más corto en el tiempo pero mucho más intenso.

UNIDADES EN LOS SITIOS. REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE LÍNEA DE EXTREMADURA
Por
Luis Sorando Muzás

Formado en 1766, en mayo de 1808 fue enviado por los franceses a someter Lérida, pero se fugó en Tárrega, llegando a Zaragoza el 19 de junio, muy mermado de fuerzas “pues muchos hombres se han ido con los somatenes” pero con banderas, música y plana Mayor. Reforzado con nuevos alistados fue reorganizado en julio, quedando en 3 batallones de a 6 compañías (1 de cazadores, 1 de granaderos y 4 de fusileros).

Mandado por el Tte. Coronel Domingo Larripa[1] intervino muy activamente en todo el Primer Sitio, y cuando en septiembre regresó de Mallorca su verdadero Coronel, Bartolomé Luis Solano[2], retomó éste el mando, quedando Larripa como agregado.

Luchó en Tudela (23-XI), y en el 2 Sitio, contando el 1 de enero de 1809 con 623 hombres, reducidos el 15 de febrero a 439, de los que 218 se hallaban enfermos. Fue disuelto por la capitulación del 21 de febrero no volviendo a organizarse hasta 1812.

UNIFORME. La R. O. de 15-IV-1805 le asignaba uniforme compuesto de bicornio negro con escarapela y plumero rojos- morrión de pelo con manga para los granaderos-; casaca blanca con cuello, solapas, vueltas y vivo de los faldones carmesíes, botón dorado; chupa y calzón blanco, polainas negras y cartuchera[3].

Sorprendentemente la revista de inspección del 29-VI-1808[4], nos informa de que en esa fecha seguía todavía con los uniformes que tenía devengados desde agosto de 1807. Es decir que, si tenemos en cuenta que su duración “teórica” era de

30 meses, vemos que había recibido sus uniformes en febrero de 1805, dos meses antes de la aparición del decreto que fijaba los uniformes blancos, y que por lo tanto estos todavía correspondían al reglamento anterior, es decir al de 1802, que fijaba un mismo uniforme para toda la infantería de línea: casaca azul celeste (en realidad azul eléctrico) con divisas negras, vivos rojos, botón dorado y lises en el cuello, diferenciándose un regimiento de otro tan solo en el rótulo que con el nombre de la unidad figuraba en sus botones dorados.

La misma revista nos informa de que “hallándose en urgente necesidad de que se les suministre nuevo (blanco), lo van construyendo con suma lentitud a causa de que por las actuales circunstancias son muy cortas las cantidades que perciben de las Tesorerías respectivas los Comisionados para dicho fin”.

Palafox les suministró durante el primer Sitio:  1000  chaquetas[5],  704  pares  de

calzones, 444 camisas y 570 sombreros, pero casi todas estas prendas se perdieron por “habérselas llevado los individuos que se extraviaron el día 4 de agosto y los que después han desertado”, de modo que el 1-IX solo tenía vestidos a 197 de sus hombres[6].

El 1-XI repetía lo mismo, y pedía para el completo de su vestuario: 511 chaquetas, 993 camisas, 744 chalecos, e igual número de pantalones o calzones, medias, zapatos, sombreros, botines, y ponchos[7]. Poco después recibió ponchos y camisas, como nos cuenta el estado del 1-XII: “ha recibido este rgto. 600 ponchos y 300 camisas de los que solo existen 435, y los restantes los han extraviado los soldados en la retirada de Tudela el día 23 de noviembre. Del vestuario anteriormente recibido solo existen 197 chaquetas bastante deterioradas”[8].

El 3-XII dice necesitar 58 fusiles y 280 cananas[9], y el 2 de ese mes dio Palafox el escudo de defensor a todo el Rgto.[10].

Tenía este Rgto. una buena banda de música, y en la madrugada del 13-VIII- 1808, el paisano Alberto Abad recuperó -tras retirarse los franceses de Torrero- el serpentón de la música de Extremadura “su mejor instrumento”, que había sido tomado por éstos, y lo entregó al capitán Antonio Delgado[11]. Poco después Calvo de Rozas decía haber destinado -entre Sitios- 20.300 reales a los instrumentos de esta banda.

BANDERAS. De sus 3 banderas (Coronela y 2 sencillas)[12] en la capitulación sólo fue entregada la Coronela, que hoy se conserva en París: blanca con escudo de las armas Reales en su centro, colocado perpendicularmente con respecto al asta, y en cada esquina del paño un escudo ovalado azul, con la puerta romana de Mérida en su centro, orlada de 4 banderas, timbrada de corona ducal y con una cinta a sus pies con el lema «REGIMIENTO DE EXTREMADURA”. Las dos sencillas eran blancas con el aspa roja de Borgoña y en cada extremo un escudete idéntico a los de la Coronela.

[1].- Domingo Larripa. (Hecho 1748) Tte. Coronel Comandante Rgto. Extremadura (1808), Coronel (7- VII), Cmtte. Puerta del Carmen (2-VII), gravemente herido (2-VII), agregado al Rgto. Extremadura (IX), Brigadier (15-I-1809), Cmtte. 1º Voluntarios de Aragón (16-I), murió a causa de sus heridas poco después de la capitulación. (Retrato en Mallen, 1909).

[2].- Bartolomé Luis Solano. Nacido en Filipinas, Capitán (1772), Coronel graduado (1791), Sgto. Mayor (1793), Cmtte. (1795), Tte. Coronel (1797), Coronel Rgt. Extremadura (16-XII-1802). Además jefe de Misericordia (23-XII-1808).

[3].- Estados de 1805-1806 y 1808, Ordovás. Todos ellos reflejan “la teoría”.

[4].- Recientemente descubierta por Juan José Sañudo, de Madrid, AHN, diversos 102.

[5].- Desconocemos su color, aunque bien pudieron ser algunas de las 1200 blancas que Dublaisel depositó el 5-VI en el almacén (A.P. caja 2, leg. 2-8-3).

[6].- A.P. caja 5, leg.5-2-2.

[7].- Papeles de Doyle, Sangüesa 1-XI-1808, Foreign Office.

[8].-A.P. caja 5, leg.5-2-2.

[9].-A.P. caja 5, leg. 4-7-7.

[10].-A.P. caja 10, leg. 1.

[11].-A.P. caja 10, leg. 1.

[12].- En julio de 1808 eran sus abanderados Pedro Durán, Antonio Mesa y José Moralea. El 1-VIII fueron sustituidos por Fernando Montesino, Jose Berjoyo y Baltasar Fabiel, y el 14-I el del 2º bon. pasó al 1º y viceversa.

CONMEMORACIÓN DEL INICIO DE LOS SITIOS DE ZARAGOZA. 11 DE JUNIO DE 2010

PROGRAMA DE ACTOS
A las 19 h. en el patio del Museo Provincial tendrá lugar una conferencia impartida por José Antonio Pérez Francés (premio literario de los Sitios del 2007 y 2010) con el título “Zaragoza 1808-1809. El patrimonio perdido”.

A continuación pasaremos a la Plaza de los Sitios, donde tendrán lugar los solemnes actos centrales: la ofrenda floral frente al Monumento y el Homenaje a los Caídos.

15 de junio de 1808
Agustín Alcaide Ibieca. Historia de los dos Sitios que pusieron á Zaragoza en los años de 1808 y 1809 las tropas de Napoleón.

«…El sol iba á ocultarse en el orizonte cuando todavía continuaba la refriega. El enemigo al ver cómo se aumentaban al proviso los pelotones ó masas de los defensores, al oir un sordo murmullo entre el estrépito de los cañones y de la fusilería, creyó que tenia contra sí un número extraordinario de gente armada. No puede asegurarse cuál era, aunque algunos lo reputaron en cinco ó seis mil hombres; pero su ardimiento y valor equivalía á un duplo, y harto lo conocieron á su pesar las tropas francesas. Cuanto mas peleaban, mas cólera y furor reinaba entre los paisanos, que no se veían satisfechos de derramar la sangre enemiga. La voz de vamos bien, que discurria por todas partes, era el único aviso oficial que tenían los defensores para cobrar denuedo… La noche se iba aproximando, y las tropas enemigas, desalentadas, no pensaron ya sino en replegarse al abrigo de sus sombras, despidiendo algunas granadas y mixtos sobre el cuartel de caballería. Los cadáveres esparcidos sobre las eras, olivar hondo y camino que va á la puerta del Carmen en derechura, patentizaron su descalabro. Los vencedores vieron ufanos retroceder aquellas huestes que venían con tanta arrogancia; y sobre los umbrales de las puertas yacían yertos los temerarios que osaron embestirlas. Abiertas estaban de par en par; pocos fueron los que treparon por el centro, pero menos aun los que consiguieron salvar la vida para dar una idea á los demás del entusiasmo y valor de los zaragozanos.”

NUESTRAS CALLES. NUESTRA HISTORIA

Aced, Mariano-Lucas. Está situada en el que fue relevante barrio del Arrabal durante los asedios zaragozanos, y comienza en la calle del Horno. Mariano Lucas Aced, labrador del Arrabal y compañero inseparable del tío Jorge, de quien fue teniente, le sucedió en el cargo de capitán de la Compañía de Escopeteros del Arrabal. Participó en los dos sitios, muriendo en el segundo el 14 de febrero de 1809 durante la defensa del convento de San Lázaro, que estaba situado en la orilla izquierda del Ebro y del que en la actualidad se está sacando a la luz su primitiva estructura.

Agustín, María, Paseo de. Llamado anteriormente de las Tapias, circunvala el terreno donde tuvo lugar la llamada batalla de las Eras del Rey, situado este paseo entre el de Pamplona y llegando hasta la ribera del Ebro al desembocar en la calle de Echegaray y Caballero. María Agustín era parroquiana de San Pablo. Con 22 años adquirió notoriedad por llevar agua y cartuchos a los puestos atacados durante la jornada del 15 de junio de 1808, llamada batalla de las Eras. Herida gravemente de un balazo en el cuello siguió con su tarea, galardonándola Palafox por este suceso con una pensión de dos reales diarios y un escudo de honor. Gálvez y Brambila hicieron un retrato de esta heroína dentro de la colección de sus grabados.

Información extraída del libro “Zaragoza, las calles de Los Sitios”, cuya autora es nuestra socia Conchita Sánchez Rojo, que puede descargarse gratuitamente de nuestra web.

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