Carta de nuestro Presidente
Octubre, mes de las Heroínas zaragozanas
Compañía de Almogávares o Nobles Infanzones de Aragón
Homenaje a las Heroínas de los Sitios de Zaragoza
Nuestras calles. Nuestra Historia
Queridos amigos,
Las mujeres de hace 200 años también sufrían las guerras, pero estaban ausentes de los campos de batalla. En Zaragoza fue diferente. El horror de la guerra entró en los hogares arrasándolo todo y las zaragozanas se vieron obligadas a defenderse con una bravura, que seguramente ellas ni siquiera habrían imaginado jamás.
El coraje de estas mujeres durante los Sitios de Zaragoza impresionó al ejército invasor, que nunca había visto nada semejante.
A lo largo de la historia, ¡Cuántas guerras!, ¡cuántos asedios!, pero en ninguna ciudad del mundo encontramos tantos ejemplos constatados de mujeres que lucharon heroicamente y que empuñaron las armas para defender su ciudad.
Zaragoza es precursora del protagonismo femenino de la Guerra de la Independencia y fue, por este motivo, ejemplo ante toda España y ante el mundo entero.
Cuando hablamos de Manuela Sancho, Casta Álvarez, Maria Agustín, la Madre Rafols, la Condesa de Bureta, Agustina de Aragón,… estamos hablando de unas mujeres que durante los Sitios eran muy jóvenes (más cerca de los veinte que de los treinta), tenían muchas ganas de vivir, pero también supieron asumir un papel enérgico cuando fue necesario. Esta capacidad de servicio que demostraron aquellas mujeres es un ejemplo vigente hoy en día que nos estimula para avanzar, para progresar y para construir un futuro mejor.
Las zaragozanas de hoy en día se sienten directas herederas de estas bravas mujeres. Los retos son diferentes ahora, pero el ejemplo de estas heroínas hará que por muy difícil que sea, ningún reto se tenga hoy por imposible.
Gracias a todos por apoyarnos y por participar en estos actos que son patrimonio de todos nosotros.
Para todos los socios, amigos y simpatizantes un fuerte abrazo,
GONZALO AGUADO AGUARÓN
Presidente Asociación Cultural Los Sitios
EL PASADO SE CONVIERTE EN HISTORIA
Por Arturo-José González Ascaso
Como cada año, coincidiendo con los inicios de las Fiestas en Honor a Nuestra Señora del Pilar, la Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza homenajea junto con el Excmo. Ayuntamiento de la Inmortal Ciudad de Zaragoza a las mujeres zaragozanas, famosas y desconocidas, que con su entrega y sacrificio colaboraron en la heroica defensa de esta ciudad.
Como prolegómeno, el día 8 de octubre a las 17:30 horas, tuvo lugar, en la Casa de Amparo de esta ciudad, la emotiva charla titulada “Una Heroína Celestial. La Virgen del Pilar y los Sitios de Zaragoza” que tuvo el honor de impartir el que suscribe este artículo. Una charla en la que se repasó, por una parte la relación de Nuestra Santa Madre con los asedios y, por otra, un breve repaso de los principales acontecimientos vividos durante los mismos, desde la épica victoria del 15 de junio de 1808 hasta la capitulación en febrero de 1809.
No queremos concluir sin realizar nuestro particular homenaje a nuestras Heroínas. Un hermoso poema dedicado por Lord Byron a Agustina de Aragón que queremos hacer extensivo a todas nuestras mujeres.
Si hubierais contemplado aquella mirada profunda que desafiaba la habilidad del pintor.
Sus formas gráciles, de encanto más que femenino…
Apenas creeríais que las murallas de Zaragoza
La vieron sonreír con el rostro gorgoniano del peligro.
Diezmando las filas cerradas y persiguiendo la gloria sin temor.
Cae su amante: ella no vierte una lágrima inútil;
El capitán se desploma: ella toma el puesto temerario;
Sus compañeros huyen despavoridos: ella detiene la vergonzosa desbandada.
El enemigo se retira: ella encabeza las huestes victoriosas.
¿Quién como ella puede enfrentarse al espíritu de un amante?
¿Quién como ella vengar la caída de un caudillo?
¿Qué doncella podría reconquistar el honor que los hombres han perdido?
¿Quién acosaría con tal fiereza a los franceses que huyen,
Derrotados por la mano de una mujer, ante unos muros sitiados?
¡Por la Virgen del Pilar, vencer o morir!
COMPAÑÍA DE ALMOGÁVARES O NOBLES INFANZONES DE ARAGÓN
Por Luis Sorando Muzás
El 3-XII-1808[1], y a propuesta de Julián Pérez de Cañas[2] aprobó Palafox la formación de un escuadrón de Infanzones, que serían reconocidos por oficiales, y deberían costearse su armamento y montura. En los días siguientes ya se presentaron varias solicitudes[3], pero hasta el 24-XII no apareció por fin la convocatoria correspondiente en la Gaceta, llamándoseles por primera vez “Almogávares”, ya que hasta entonces se había hablado siempre de “Cuerpo de Caballería de Nobles Infanzones de este Reino”; igualmente en dicho escrito se añadía el vestido al material que debían costarse, y se informaba de que sus jefes, con el nombre de “adalides 1º y 2º” serían respectivamente el Duque de Villahermosa[4] y Francisco Julián Pérez de Cañas.
El 26-XII la denominan Compañía de Almogávares o Infanzones, lo que prueba que se había rebajado el proyecto inicial de crear un escuadrón a una simple compañía, y se insiste en que serán reconocidos como oficiales cuando alguno de ellos realizase algún reconocimiento “respecto que obran según órdenes reservadas del Excmo. Señor Capitán General”.
El 21-I-1809 todavía se exponían en la Gaceta las duras condiciones “genealógicas” exigidas para ingresar en este cuerpo, al tiempo que se especificaba como este sería “…destinado solo para recibir y defender
la sagrada persona de su amado Soberano, quando vencidas con su valor las huestes de sus opresores del joven Rey, logren al objeto de sus anhelos, viéndole restituido a su trono”. Es decir, que no se trataba de un cuerpo de combate, sino de una especie de Guardia de Honor, pensada para el regreso de Fernando VII, y que por el momento realizaba labores similares a las de los antiguos prebostes o policías del Ejército.
De todos modos el que en ninguna de las numerosas crónicas existentes del asedio aparezca citada ni una sola acción llevada a cabo por este cuerpo, así como el que no figure en ninguno de los estados de fuerzas de la plaza, parece indicarnos que su fuerza debió ser muy escasa, casi testimonial[5], y que el cuerpo como tal no llegó nunca a completar su formación, tanto por las circunstancias del momento como por las trabas que ponían los jefes de los distintos cuerpos para que sus miembros pasasen a este nuevo.
UNIFORME
En su orden fundacional se exigía que sus miembros se presentasen ya montados, armados y vestidos “a la antigua usanza española”, es decir, vestidos de negro, de modo muy similar a los actuales alguacilillos de las plazas de toros. Sabemos que algunos así lo hicieron, pero otros no, argumentando el 26-XII que aún no tenían la baja de sus cuerpos de procedencia.
Dice A. Ibieca: “Su uniforme debía ser elegante pues su misión, aunque era estar en los puntos de ataque, era para celar y pesquisar”.
El día de la capitulación el joven Duque de Villahermosa se presentó en casa de su tía la Condesa de Bureta, y allí soltándose el cinturón de la espada le dijo “Tia mía, la espada del almogávar no debe rendirse al tirano”, siendo esta conservada por su esposo, Pedro María Ric, hasta ser devuelta muchos años después a su antiguo propietario[6].
[1].- Orden del día.
[2].- Francisco Julián Pérez de Cañas, capitán 2º ligero de Zaragoza, 2º adalid de cía. de Almogávares.
[3].- Las existentes en el Archivo Palafox llevan fechas del 6 al 26-XII-1808.
[4].- Juan Pablo Azlor de Aragón y Pignatelli, Duque de Villahermosa, Capitán Graduado, Tte. Coronel de caballería desde 13-VI-1808.
[5].-Conocemos los siguientes admitidos entre el 6 y el 26-XII: Dionisio Vicente Almerje, cofrade de San Jorge, notario de número y escribano de Cámara. José Andreu. Capitán Fermín Zueco, cadete Luis Zueco. Dionisio Vicente de Temerge. Teniente Vicente Nicolau y Torrijos, Tte. Eugenio Salvador, Cadete Pascual Fernández de Mendibil, Tte,. 2º Manuel López, Subtte. Manuel Ram Soria Buitron y Barrabes, Tomás Ypas, Tte. José de la Cruz y Subtte. Bartolomé de la Cruz, Tte. Vicente Nicolas, Tte. Hilarión Pano, Tte. Manuel Paul, Antonio Samperiz, Cadete Ramón de Sus, Manuel Ximenez, Pedro Lamberto Santé
[6].- M. de Pano y Ruata, “La Condesa de Bureta”. T.I.
HOMENAJE A LAS HEROÍNAS DE LOS SITIOS DE ZARAGOZA. 10 DE OCTUBRE DE 2010
PROGRAMA DE ACTOS
Agustín Alcaide Ibieca. Historia de los dos Sitios que pusieron á Zaragoza en los años de 1808 y 1809 las tropas de Napoleón.
“…Continuad, pues, valerosos aragoneses con el ardor y noble espíritu de que estáis animados. Ved la conducta de la zaragozanas, que inflamadas todas del amor á su patria, su rey y su religión, corren presurosas á prestaros todo género de auxilio.”
“… ¿Y cuándo, y cómo se ha visto que nos grupos de hombres, de los cuales muchos no conocían el uso ni manejo del arma, mostráran un teson y energía semejante? ¿Cuándo que las mujeres llegáran hasta el pie del cañón, despreciando la muerte, para llevar municiones y refrescos á los artilleros? El entendimiento vacila, la imaginación se confunde. En este dia los habitantes de la capital se excedieron á sí mismos. ¡Ojalá tuviera cien leguas para ensalzar tantas proezas! Pero mis débiles acentos llegarán á la mas remota posteridad, y al recordarlas derramarán lágrimas de placer las generaciones venideras.”.
NUESTRAS CALLES. NUESTRA HISTORIA
Álvarez Barceló, Casta. Con anterioridad llamada de la Hilarza, se encuentra en el casco histórico de la ciudad, entre la avenida de Cesar Augusto y el paseo de María Agustín, recuerda con su designación los hechos acaecidos en ese entorno zaragozano. Casta Álvarez nació en Orán (Argelia), en 1786, hija de labradores zaragozanos, aquí, en Zaragoza, era parroquiana de San Pablo. Destacó durante las jornadas defensivas de la Puerta de Sancho y del Arrabal acompañando a los defensores armada con una bayoneta. Se fue a vivir a Cabañas de Ebro, donde se casó en 1814. Le concedieron una pensión de cuatro reales diarios en 1815 y un escudo de honor, aunque murió, ya olvidada, en Cabañas de Ebro el 29 de abril de 1846. La Comisión Ejecutiva de la Real Junta del Centenario de los Sitios exhumó sus restos y los trajo a Zaragoza, que reposan en la iglesia del Portillo junto a las otras heroínas Manuela Sancho y Agustina de Aragón. Es protagonista de uno de los grabados de Gálvez y Brambila en el que aparece con una bayoneta en la mano. También el aragonés Marcelino de Unceta realizó un retrato de ella que se encuentra en el Ayuntamiento de esta ciudad.
Amar y Borbón, Josefa. Llamada anteriormente de Los Sitios, en el centro de la ciudad, desemboca por un lado en el Coso y por el otro termina en la calle de San Miguel. Nació Josefa Amar en Zaragoza el 4 de febrero de 1753, siendo bautizada en la parroquia de San Miguel de los Navarros. Perteneciendo al ambiente de la Ilustración fue impulsora de la educación femenina a través de sus escritos. Ingresó en 1784 en la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País. Durante los sitios se distinguió en el traslado de los enfermos desde el Hospital Real y General de Ntra. Sra. de Gracia a La Lonja tras ser bombardeado el hospital. Murió en Zaragoza el 20 de febrero de 1833.
Información extraída del libro “Zaragoza, las calles de Los Sitios”, cuya autora es nuestra socia Conchita Sánchez Rojo, que puede descargarse gratuitamente de nuestra web.
VER ESTE BOLETÍN NÚMERO 39 CON TODAS LAS ILUSTRACIONES EN FORMATO PDF
Visitas: 0