Carta de nuestro Presidente
Noticias de la Asociación
30 años no son nada
Allá por 1992
Conmemoración de la Capitulación de Zaragoza
Nuestras calles. Nuestra Historia.
Queridos amigos,
El acto de la entrega de galardones de la Asociación Los Sitios es uno de los más antiguos de nuestra Asociación, más antiguo incluso que la creación formal de la propia Asociación.
El objeto de este solemne acto de entrega de Galardones es reconocer públicamente el apoyo que hemos recibido de personas e instituciones. Sinceramente, podemos estar realmente orgullosos de todos los amigos que a lo largo de estos más de 30 años nos han apoyado y ayudado en la divulgación y recuerdo de esta epopeya histórica que fueron Los Sitios de Zaragoza.
Este año, distinguimos con los nombramientos de Socio de Honor a la Universidad de Zaragoza, que desde los primeros actos de nuestra Asociación ha colaborado con nosotros en este acto de la entrega de galardones y en otras actividades. También a D. Alfonso García Roldán, que durante años apoyó todos nuestros actos y el mensaje que tratamos de difundir, tanto personalmente como desde los distintos cargos que ha desempeñado.
Nuestro Premio literario es un referente de investigación que va construyendo, año tras año, una fuente de conocimiento valiosísima para el estudio de Los Sitios. En esta ocasión, el Jurado lo ha otorgado al trabajo de investigación realizado por D. José Antonio Pérez Francés titulado “La batalla del Arrabal”.
Asimismo, el Jurado ha concedido el Premio a jóvenes menores de 25 años al trabajo titulado: “Rafael Estrada (1756-1808)” de D. Carlos Suárez Cortés, que promete una brillante carrera en el estudio de la Historia.
También queremos reconocer públicamente a nuestro socio D. Javier Rubio Tomás, autor del comic “¡Zaragoza Resiste!”, que ha constituido un éxito de ventas y, por tanto, ha difundido de forma notable la historia de Los Sitios.
Y a D. Carlos Álvarez de Eulate, por su labor de difusión en el Heraldo Escolar y por su libro “El Espía de Palafox”, orientado al público juvenil, el cual constituye el futuro del estudio, difusión y conservación de la historia de Los Sitios.
Gracias a todos los socios y simpatizantes por vuestro apoyo entusiasta y enhorabuena a todos los premiados.
Un fuerte abrazo,
GONZALO AGUADO AGUARÓN
Presidente de la Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza
NOTICIAS DE LA ASOCIACIÓN
El pasado día 31 de enero, tuvieron lugar las Asambleas Ordinaria y Extraordinaria en el Salón de Actos de nuestra sede.
El Presidente disertó acerca de lo acontecido desde la celebración de la anterior Asamblea enumerando los diferentes actos en los que la Asociación como organizadora o invitada había participado. Así, se pudo recordar la brillantez de actos tradicionales de nuestra Asociación tales como:
🗸 Entrega de Distinciones en el Paraninfo.
🗸 Conmemoración de la Capitulación, en los Jardines de la Aljafería.
🗸 Día de Los Sitios.
🗸 Homenaje a nuestras Heroínas, acto ya tradicional de nuestras Fiestas en Honor a Ntra. Señora, la Virgen del Pilar.
🗸 Ruta de los Sitios, el 1 de noviembre.
Posteriormente, la Secretaria de la Asociación, dando cumplimiento a los Estatutos, procedió a informar de las solicitudes de alta, que fueron aprobadas unánimemente por la Asamblea.
También se revisó el Estado de cuentas en las que se analizaron el año 2017 y previsiones para 2018.
Tras la aprobación de las cuentas se cerró el Acto anunciando el calendario de actos previstos en este año 2018 organizados por nuestra Asociación.
En la Asamblea Extraordinaria se procedió a votar la concesión de Distinciones.
Los ganadores fueron:
Medalla personal
🗸 Alfonso Roldán.
Medalla colectiva
- Universidad de Zaragoza.
Diplomas
- Javier Rubio.
- Carlos Álvarez.
Convocatoria Premio literario
Premio de investigación
José Antonio Pérez Francés. «La batalla del Arrabal».
Premio a jóvenes menores de 25 años
Carlos Suárez Cortés. «Rafael Estrada (1756-1808)».
30 AÑOS NO SON NADA
Por Arturo-José González Ascaso
Hace 30 años, ni más ni menos, un puñado de irreductibles aragoneses capitaneados por Carlos Melús (parafrasenado a Goscinny: “¡Están locos estos maños!), emprendieron una aventura cuales héroes griegos. Una aventura en la que, al igual que Ulises y Perseo, se toparon en el camino con gorgonas, titanes y cíclopes si bien, al igual que aquellos, al final, consiguieron el Vellocino de oro.
Buena prueba de ello, en este caso, es que la Asociación perdura, a día de hoy, habiendo cumplido su objetivo primigenio: el conocimiento por la Sociedad de los hechos históricos que inspiraron su fundación y la óptima conmemoración de los Bicentenarios (en 2008 y 2011).
Este trabajo lleno de ilusión, no exento de esfuerzo y trabajo, se ha visto recompensado por diversos reconocimientos: “Aragonés del Año” (2008), “Defensor de Zaragoza” (2008); en la categoría de Cultura; “Premio General Palafox” (2014); “Lancero de Honor” del Regimiento de Caballería España N.º 11 (2017); Premio Unión Vecinal Cesaraugusta (2017).
A lo largo de este periplo, hemos hecho numerosos amigos, algunos de los cuales nos contemplan desde la Inmortalidad. Nombres como José Antonio Avellaned, Augusto García, Juan Antonio Ramón y tantos otros sin cuyo ejemplo y trabajo, no hubiéramos llegado hasta aquí. Desde estas líneas nuestro emocionado y afectuoso recuerdo.
Queda mucho por hacer y, cada día, seguimos teniendo la misma ilusión (o más) que al principio.
¡FELICIDADES, AMIGOS!
Como siempre, ¡Por la Virgen del Pilar, vencer o morir!
CONMEMORACIÓN
Por M.ª Luisa Rubio Orús (NM)
Ahí, en la brecha,
con lo más impensable en la defensa. Entre las manos, espíritu abierto.
Fiera mirada y golpes que, a destajo, querían abrazar lo nuestro:
el Alma maña nos pertenece a los que la sentimos, compartiendo la realidad
de la ilusión de los sueños.
BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL “LOS SITIOS DE ZARAGOZA” Número 1 – enero de 1992
Queridos amigos:
Uno de los objetivos que nos habíamos señalado hace ya algún tiempo era desarrollar alguna forma de comunicación periódica que nos permitiese una mejor relación entre todos los asociados.
De ese modo podríamos estar en contacto con mayor frecuencia y difundir así más fácilmente cuantas novedades y acontecimientos relacionados con nuestro tema común, Los Sitios de Zaragoza, hubiesen podido producirse: la publicación del último libro, el hallazgo de un archivo perdido, una entrevista importante…. En definitiva, todo aquello que pudiese ser noticia.
Este primer número de nuestro Boletín, que esperamos sea de su agrado, viene a responder a algunas de tales expectativas. Sepan que sus páginas están abiertas a todos cuantos deseen participar. Muchas gracias por su acogida y apoyo.
Carlos Melús Abós. Presidente de la Asociación
UNIFORMES Y DISTINTIVOS DE LOS SITIOS (I). LA ESCARAPELA ROJA
Por Luis Sorando Muzas
Fue éste el distintivo adoptado desde el primer momento por los sublevados de Zaragoza. Era desde 1707 la escarapela nacional –lo será hasta 1871- y como tal usada por el ejército y altos funcionarios del Estado.
En la mañana del 24 de mayo de 1808 y según nos cuenta A. Ibieca (1) «el practicante de cirujano D. Carlos González fue uno de los primeros que fijaron su escarapela roja en el sombrero, cuya operación imitaron muchos que iban prevenidos». Otro autor anónimo dice, refiriéndose a lo mismo (2) «de improviso comparecieron un sin número de gentes con su escarapela encarnada, divisa nacional que todos abrazaron sin titubear y en aquella tarde desde el niño hasta el anciano todos quedaron hechos militares».
Estos paisanos armados se autodenominaron «defensores» y su número fue aumentando tan rápidamente que al día siguiente «… hubo ya tantos que se pusieron guardias en todos los parajes…, no viéndose otros en las calles que con escarapela y gente armada» (3) y el 27, según la misma fuente, «siguieron aumentando los patricios y no quedó uno que no se pusiese escarapela».
La escarapela fue igualmente adoptada en el resto de Aragón y en Navarra, como podemos ver en las siguientes citas: En Ejea el 2 de junio «… se acordó por los S.S. que todos salgan con cucardas en los sombreros y se hagan abundantes de un pedazo de grana que trajo el Sr. Panadés; y que si se las quieren poner los eclesiásticos se las den esta tarde» (4). En Alcañiz la noche del 29 de mayo «… se repartieron cintas que tomaron hasta los viejos, clérigos y frailes» (5 y 6). En Puente y Caseda (Navarra) los días 4 y 5 de junio respectivamente, influenciados por las noticias de Zaragoza, «convocaron los alborotadores a los vecinos para que se pusiesen escarapelas» y «… por la mañana comenzó el bullicio, poniéndose muchos la escarapela o cucarda» (7).
En los días siguientes estos voluntarios, encuadrados improvisadamente en Tercios y Compañías, fueron derrotados en distintos encuentros: el 8 de junio en Tudela, localidad a la que fue llevada noticia del levantamiento el día 1 desde Zaragoza por un oficial de correos «escoltado por seis paisanos armados y con sus insignias de escarapela»(8) y sucesivamente en Mallén el 13 y en Alagón al día siguiente. Pero, finalmente, el 15 y ante las puertas de Zaragoza lograron ser detenidos en la llamada «batalla de las Eras o del Campo del Sepulcro», iniciándose el primer Sitio.
De entonces es este cantar:
«En el campo del sepulcro ya no crecen amapolas,
lo que salen de la tierra son escarapelas rojas» (9)
Estas escarapelas, ante las dificultades existentes para uniformar a los voluntarios, constituyeron en muchos casos durante el primer Sitio su único distintivo, y aún en el segundo, pese a haberse logrado ya una relativa uniformidad merced, a los esfuerzos realizados por Palafox en el período intermedio.
No todas fueron simplemente rojas, ya que los walones a nuestro servicio las usaban con un ribete negro y los suizos blanco, siendo además relativamente frecuente el que luciesen en su centro efigies de Fernando VII o lemas tales como «Vivir o Morir por Fernando VII» o «Por la Religión, el Rey y la Patria», escritos sobre un círculo de cartón blanco a cuyo alrededor se cosía fruncida una cinta roja formando la escarapela; en los retratos de D. Felipe Sanclemente y de D. Mariano Cerezo, de la serie «Las Ruinas de Zaragoza», parecen apreciarse escarapelas de este tipo.
Dos testimonios nos confirman, no obstante, el uso en Zaragoza de escarapelas con lemas; el primero es del inglés Vaughan que en septiembre de 1808 conoció a Palafox describiéndonoslo así: «el uniforme era una guerrera azul sin adornos, bordada en plata; tenía un bonito cinto y llevaba en el gorro una escarapela que era en parte inglesa pues llevaba en ella los nombres de los reyes Jorge y Fernando» (10). Sin duda se trató de una delicadeza del General hacia su visitante Doyle. El otro es de un veterano que en 1815 y desde Francia cuenta a Palafox que luchó en las cias. del Arrabal y que «todavía llevo mi escarapela encarnada con un letrero que dice Viva Fernando VII, Rey de España» (11).
En el momento de la capitulación (21-II- 1809) y en el relato del polaco Brandt, que formaba parte del ejército sitiador, se nos vuelve a hablar de «cierto número de jóvenes de edades comprendidas entre los 16 y los 18 años, sin uniformes, luciendo capas grises y escarapelas rojas, fumando indiferentes». A partir de esa fecha los ocupantes, si bien reconocieron el uso de la escarapela roja a fin de intentar dar una apariencia de legalidad al reinado de José I, restringieron su uso por el siguiente decreto del 27-II: Art. 7.º «Que nadie lleve escarapela sino los individuos de la Junta suprema y los militares que continuarán con la española» (12). El 18-VII, por un Real Decreto, José I declaraba como propia de su ejército la escarapela roja, al tiempo que, curiosamente, en el bando borbónico iba extendiéndose el uso de escarapelas rojas y negras en señal de su alianza con Inglaterra, pero esto excede ya el período que nos ocupa.
Tipo popular de Los Sitios, con escarapela en su sombrero (D. Mariano Cerezo)1) y 2) escarapelas patrióticas, 3) la común roja y 4) roja y negra usada por los Guardias Walones (Walonas de Aragón).
Notas:
- ALCAIDE YBIECA, Agustín, «Historia de los dos Sitios que pusieron a Zaragoza en
- los años 1808 y 1809 las tropas de Napoleón» Madrid, 1830. T. 1, pág. 6.
- ANÓNIMO, «Memoria de lo más interesante que ha ocurrido en la ciudad de Zaragoza con motivo de haberla atacado el exercito francés», Madrid, 1808.
- CASAMAYOR ZEBALLOS, Faustino,
- «Diario de los Sitios de Zaragoza, con prólogo y notas de D. José Valenzuela de la Flosa», Zaragoza, 1908, págs. 14-16.
- Libro de Actas del Ayto. de Ejea de los Caballeros, 1808, manuscrito, fol. 225.
- Archivo Municipal de Zaragoza, Fondo Palafox, lég. 7-4-1.
- El Corregidor de Barbastro, Santolaria, pagó de su bolsillo las escarapelas de cinta roja para sus voluntarios, según datos aportados en el último momento por L. A. Arcarazo.
- Archivo General de Navarra, sección de Guerra, lég. 14, cap. 58 y 63,
- «Estudios de la Guerra de la Independencia» Zaragoza, 1967, T. 111, pág. 309.
- GADEA, Santiago, «El intendente del Primer Sitio de Zaragoza, Calvo de Rozas y otros soldados y patriotas» Madrid, 1909, pág. 8.
- BRANDT, Heinrich von,
- «Souvenirs d’un officier polonais… 1808- 1812», París, 1877, citado por RUDORFF, Raymond, «Los Sitios de Zaragoza», Barcelona, 1977,pág.357.
- A.M.Z. fondo Palafox, Lég. 81. Lamberto Gracia a Palafox (Montpellier, 22VIM815).
- CASAMAYOR ZEBALLOS, Faustino, «Años políticos e históricos». Biblioteca Universitaria Zaragoza, Manuscrito 125.
CONMEMORACIÓN DE LA CAPITULACIÓN DE ZARAGOZA. 25 DE FEBRERO DE 2018
RECORRIDO
11:45 h. Bienvenida del Presidente de la A.C.
Los Sitios a los asistentes.
11:50 h. Lectura del texto de Casamayor
exponiendo la situación de Zaragoza
el 20 de febrero y el Acta de la
Capitulación.
12:00 h. Al son de las campanas de la
parroquia del Portillo comienza la
marcha hacía la Aljafería.
12:15 h. En el Jardín de las Comarcas
delante del olivo: reparto de claveles
a personal civil de época y
asistentes.
12:20 h. El Párroco del Portillo leerá un
responso.
12:25 h. Despedida del acto por el Presidente
de la A.C. Los Sitios.
20 DE FEBRERO DE 1809
Faustino Casamayor. Diario de Los Sitios de Zaragoza.
«Hoy, llegó Zaragoza al alto grado de heroicidad y sufrimiento, pues habiendo sufrido con el ánimo más constante un diluvio de bombas, granadas y balas rasas y no teniendo ya otro recurso, reunidos sus vocales, mandaron un parlamentario pidiendo 24 horas de treguas al general francés, cuya respuesta fue de que, no capitulando dentro de dos horas, iba a entrar atacando y a discreción, y como no se le contestó empezó el más terrible bombardeo y cañoneo que se había oído en todo el sitio, pues en ese corto espacio de tiempo que fue de 3 a 5 de la tarde arruinaron muchísimas casas y causaron infinitas muertes, con tal exceso que la campana del reloj no podía dar todos los avisos.
Por lo que al ver la cosa en tan último apuro, no poder sufrir tantas desgracias como a cada paso se veían y oían, estar toda la tropa amilanada y casi muerta, acudieron los vocales a S.E. el que, siguiendo en su indisposición con bastante aumento, confirió todas sus facultades a la Junta. La cual convenida en los puntos más conformes a la religión, al honor de esta ciudad y su benemérito vecindario, hizo poner bandera parlamentaria en la Torre Nueva con cuya novedad cesó inmediatamente aquel fuego tan infernal y furioso, y se presentó un oficial francés el que, reunido con los comisionados, que lo fueron los señores regente de la Audiencia, el caballero Intendente, el marqués de Fuenteolivar, el brigadier D. Manuel Peñas, inspector de infantería y el teniente coronel D. Mariano Cerezo, gobernador del Castillo, pasaron a presentarse al mariscal Lannes, duque de Montebello, general en jefe del ejército francés a la Casablanca, y otorgaron la siguiente capitulación que firmaron ya alta noche.»
NUESTRAS CALLES. NUESTRA HISTORIA
Ibort, Jorge: con anterioridad llamada del Medio, está ubicada en el mismo barrio donde vivía quien le da nombre, el Arrabal, entre la calle del Sobrarbe y la plaza del Rosario.
Jorge Ibort Casamayor, apodado el “tío Jorge” era también conocido como “cuello corto”, labrador y como decimos, vecino del Arrabal, parroquiano de Altabás, nació el 23 de abril de 1755. Contribuyó a la proclamación de José Palafox como cabeza de la defensa zaragozana, permaneciendo a su lado en todo momento. Organizó, junto a sus hijos Pablo y Juan y también con
Mariano Lucas Aced una Compañía de Labradores y Escopeteros del Arrabal. Palafox lo nombró teniente-coronel. Murió víctima del tifus antes de empezar el segundo asedio, el 15 de noviembre de 1808, fue enterrado en la capilla del convento de Trinitarios, en el panteón de los marqueses de Lazán. Se le inmortalizó en los grabados de Gálvez y Brambila.
Información extraída del libro “Zaragoza, las calles de Los Sitios”, cuya autora es Conchita Sánchez Rojo, que puede descargarse gratuitamente de nuestra web.
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