ASOCIACIÓN CULTURAL LOS SITIOS DE ZARAGOZA

Carta de nuestro Presidente
Loa a los Héroes
La Fosa de Macanaz
XXIX Ruta de Los Sitios
Nuestras calles. Nuestra Historia

Queridos amigos

Zaragoza tiene una rica historia llena de vibrantes episodios igual que la mayoría de las ciudades Europeas.

Pero tiene también un capítulo de su historia especialmente singular: Zaragoza fue un campo de batalla, el escenario de una guerra urbana que ha dejado su recuerdo en las calles por las que habitualmente transitamos de forma cotidiana sin pensar en los acontecimientos tan impresionantes que tuvieron lugar hace 200 años.

Esta ruta de los Sitios del día 1 de noviembre, que se ha convertido en una tradición de varias décadas, nos muestra los lugares más emblemáticos de aquellos combates y procuramos hacer cada año un recorrido diferente para poder visitar nuevos lugares y aprender algo nuevo cada vez.

Como todos los años terminaremos en la cripta subterránea del Pilar, donde descansan los retos del general Palafox, líder de la defensa de Zaragoza. Allí haremos una solemne ofrenda de una corona de laureles homenajeando en su figura a todos los que defendieron Zaragoza durante los Sitios de Zaragoza.

Espero que disfrutéis en esta ruta de 2019 y todos aprendamos cosas nuevas de nuestra ciudad y nuestra historia.

En nombre de todos los miembros que formamos la Junta de esta Asociación, un fuerte abrazo,

GONZALO AGUADO AGUARÓN

Presidente de la Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza

LOA A LOS HÉROES

Por Arturo J. González Ascaso

En los últimos tiempos, mi trabajo me ha trasladado por varios países de un par de continentes.

Aparte de las sesiones de investigación y desarrollo, de intercambio de tareas o de formación propias de la obligación que hasta esos lugares me llevan, están las no menos interesantes actividades sociales en las que, lejos de aulas y despachos, podemos intercambiar ideas, opiniones y experiencias más personales, y menos laborales, entre los asistentes de los diversos países.

A veces, cuando los contertulios provienen de países relacionados con la época napoleónica como, por ejemplo, Polonia, con los que me unen un estrecho lazo de cordialidad y amistad, surge la Historia y el Valor en Los Sitios. De cómo desde nuestra Asociación, homenajeamos no solo a nuestras Heroínas y Héroes, sino a todos los intervinieron y perecieron en este Santo Suelo. De hecho, al visitar Zaragoza, algunos me piden que les acompañe a visitar la placa que, en su día, la Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza colocó en la Basílica de Santa Engracia como homenaje perpetuo a los soldados polacos.

Queda otra placa por colocar, esta vez en forma de monumento, en un lugar por el que pasamos sin pensar, sin darnos cuenta, un fosal de enormes proporciones en el que descansan miles de paisanos, el Fosal de Macanaz, para el que, esperemos, llegue pronto dicho elemento conmemorativo.

Mientras ocurre, homenajearemos desde estas páginas a todos los que allí descansan con una sentida poesía, nacida del corazón:

Eterno lecho de sal en el que descansan por fin en Paz

los Héroes. Ignota tumba, mas Inmortal. Loor a los Caídos, jamás olvidados

por nadie de nosotros. Siempre la gloria rojigualda en la Memoria

de los corazones que nos laten.

¡Ejemplo de fidelidad y bravura!

M.ª Luisa Rubio Orús (NM)

LA FOSA DE MACANAZ

Por Luis Sorando Muzás

(N. d. R.: texto adaptado del original que se encuentra para su lectura en nuestro sitio web: La fosa de Macanaz

Con motivo de las Conmemoraciones de los Sitios de Zaragoza, y con el deseo de poder honrar debidamente a los miles de soldados y de ciudadanos anónimos que murieron en los mismos, emprendimos hace ya tiempo la búsqueda del emplazamiento de las dos grandes fosas comunes que sabíamos se habían abierto en marzo de 1809 para recoger en ellas a todos los miles de muertos que en el momento de la capitulación se hallaban desperdigados por toda la ciudad, tanto a consecuencia de los combates como de la terrible epidemia de tifus que se extendió dentro de la misma. Finalmente, y basándonos en los datos adjuntos, hemos llegado al convencimiento de que una de ellas se encontraba en la huerta de Santo Domingo (en la actual manzana comprendida entre el Paseo Echegaray y las calles de Ramón Celma y de Santa Lucía) y que en la misma

reposaban -entre otros muchos- los restos de Don Mariano Cerezo. Dicho solar se encuentra actualmente edificado, por lo que hemos de dar esta fosa por perdida.

Por suerte la otra, llamada en su momento “de la Salitrería de Macanaz”, y a la que sabemos fue a parar un mayor número de cadáveres, se hallaba en el espacio triangular delimitado por la avenida de los Pirineos, y las calles de García Arista y Arquitecto Aguilera, espacio que precisamente ahora está siendo removido para la construcción de un aparcamiento.

Es por esto que, aprovechando el actual estado del terreno así como la inminencia de la citada efemérides del Bicentenario de Los Sitios, consideramos oportuno dirigirnos a la DGA con la esperanza de que se realizaran las prospecciones o catas arqueológicas pertinentes, que permitieran localizar el emplazamiento exacto de dicha fosa, con el fin de poder colocar sobre su emplazamiento exacto un memorial, placa, o similar, que nos permitiera rescatar del olvido a esos miles de personas, cuyo sacrificio se supone que vamos a conmemorar en este próximo año de 2008.

Razones para situar la fosa en el lugar indicado
No creo necesario reproducir aquí los múltiples testimonios de la época que nos confirman el deplorable estado que presentaba la ciudad de Zaragoza en el momento de su capitulación, el 21 de febrero de 1809. Miles de muertos infestaban las calles, tanto a causa de hallarse ya repletos los fosales de las iglesias como por falta de brazos que en medio de los sangrientos combates pudiesen llevar a cabo sus inhumaciones. En esta situación el nuevo Gobernador francés de la plaza, Mariscal Lannes, tomó una serie de medidas tendentes al saneamiento de la plaza, y entre ellas, el 7 de marzoi, la de exhumar fuera de la misma a todos esos cadáveres ya existentes, así como a los que se produjesen en lo sucesivo.

D. Faustino Casamayor, en sus impagables diarios, es quien nos permite ampliar dicha información. Dice así:
[Marzo de 1809] “La Estación de este mes ha sido igualmente benigna que la de los meses anteriores, siendo muy grande la mortandad de tanto numero de enfermos, no encontrándose otra cosa que cadáveres por las calles, por cuya causa se mandó bajo graves penas que se llevasen a la Puerta del abrasado edificio de la Real Audiencia, y de allí se trasladasen a la salitrería de la arboleda de Macanaz, donde se hizo una zanja muy honda, y otro en la huerta del Convento de Santo Domingo para aquellos distritos”ii.

En el mismo diario vuelve a aludir en varias ocasiones a dicha fosa de la Salitrería de Macanaz: [Abril 1809, día 18, 19, 20, 21, y 22]”…se empezaron ia a hacer exequias por los difuntos de esta temporada, y sus entierros se celebraban llevando el cadaver a la iglesia donde se les cantaba la Misa, y demás sufragios, y concluidos se sacaban a la puerta de la iglesia, de donde en una parihuela los llevaban o a Santo Domingo, o a la arboleda de Macanaz. [Mayo 1809, día 12] “Se executó la sentencia de horca de los 3 reos, llevandolos desde el Castillo a las 10 del día permaneciendo en el patíbulo hasta las 10 del día siguiente que fueron llevados al cementerio de la arboleda de Macanaz, no haviendo asistido la Cofadría de la Sangre de Christo, sino tan solamente la tropa”. Si revisamos la cartografía de la época podremos ver que los diversos planos- desde 1720 a 1860- coinciden en situar dicha salitrería a la derecha del entonces llamado camino de Juslibol, que unía el Arrabal con dicho barrio, y a cuya izquierda se hallaba y sigue estando la arboleda de Macanaz. Dicha salitrería era un vasto edificio destinado a la obtención de salitre, para la fabricación de pólvora, que durante Los Sitios había servido como fortín que cerraba el extremo izquierdo de la línea defensiva construida para defender el Arrabal durante el 2º Sitio.

Según dichos planos, este edificio ocupaba el centro de una explanada elevada, desde la que si se mirase hacia la otra orilla podría verse enfrente el actual edificio de la Hospedería y el edificio anexo a San Juan de los Panetes, es decir el ya citado espacio formado por las calles de la avenida de los Pirineos, y las calles de Garcia Arista y Arquitecto Aguilera, es decir cerca de la arboleda pero fuera de ella. Esto es lógico, pues la arboleda era uno de los pocos espacios de paseo de que ya disfrutaban los zaragozanos, mientras que los terrenos de la salitrería se hallaban abandonados y en desuso.

Otras Salitrerías zaragozanas en 1808
Para la obtención de la pólvora negra, imprescindible en los siglos XVIII y XIX, era necesario mezclar azufre, carbón y salitre, también llamado nitro, y precisamente a la elaboración de dicho salitre, del que eran precisas grandes cantidades para los molinos de Villafeliche, estaban dedicadas, no tan sólo la salitrería de Macanaz, sino otras varias existentes en la ciudad.

Todas ellas aparecen citadas con motivo de los Sitios (1808- 1809) y eran las siguientes: – Una sobre la orilla derecha del Huerva, en el actual Paseo de la Constitución, instalando los franceses junto una batería en ambos Sitios, usándola además como punto de apoyo para llevar a cabo su asalto a la orilla izquierda durante el 2º. (A. Ibieca. T. I, p. 176, T.II, pp. 132 y 136, y Suplemento p. 211). – Otra entre el Portillo y lo que era la huerta de Agustinos, destacándose allí el subteniente Gaspar Allué, durante el 2º Sitioiii. – Y otra en el barrio de las Tenerías, sirviendo como fortín durante la defensa del 2º Sitio, y cayendo en manos francesas el 17 de febrero de 1809iv. Además existió durante muchos años en la calle del Portillo “frente a la Misericordia”, la “Real Fábrica de Afinación de Salitres”, más conocida como “Real Salitrería”, que con el tiempo se convertiría en Maestranza de Artillería.

Otras referencias a la arboleda y a la Salitrería de Macanaz
Queda claro por sus palabras que Casamayor se refiere a la Salitrería de Macanaz, y no a ninguna de las otras que como hemos visto existían en la ciudad. Acerca de ésta hallamos las siguientes referencias: – Por un bando de mayo de 1804, sobre normas para la limpieza de la ciudad, vemos que el lugar donde se hallaba el vertedero destinado a recoger los restos de las letrinas o pozos negros de todo el Arrabal era “la Hera y Campos de Josef Balasanz detrás de la Salitrería de la Arboleda de Macanaz, baxo la pena de 30 rs. Vellon”v.

Refiriéndonos al Primer Sitio vemos que, el 11 de julio de 1808 “al medio día pusieron en execucion (los franceses) pasar el Ebro por frente a Juslibol, y aunque se opusieron los nuestros, con los Voluntarios y matándoles muchos, con todo lograron pasar al otro lado y meterse en el Soto de Mezquita y torres imediatas, incendiando la salitreria de la arboleda de Macanaz y la torre de Bosque junto a las balsas de Ebro viejo”vi. – Entre ambos asedios y con el fin de privar de posibles coberturas a los asaltantes franceses fueron cortados los árboles de la arboleda de Macanaz “tan famosa en otro tiempo”vii, y el 3 de octubre se vendieron dichos árboles “de la arboleda de Macanaz a Antonio Cangado, venta que éste había solicitado en la sesión del Ayuntamiento de 12 de septiembre último, habiendo quedado depositado el importe de la venta en Secretaría”viii . – En el 2º Sitio, y como puede verse en los planos de Rogniat y de la obra de Ibieca, la Salitrería fue el punto fuerte que servía de cierre a la larga batería que, con su foso, se extendía desde los Tejares y hasta la arboleda de Macanazix, por si los franceses, “huyendo de aquellos fuegos (de las baterías del Arrabal), venían a tomar la ribera del Ebro o paseo llamado antiguamente arboleda de Macanaz”x. Este edificio fue tomado por los franceses al ocupar el arrabal, el 18 de febrero de 1809.

La Salitrería en los planos de Zaragoza
Gracias a la obra “Evolución Histórico- Urbanística de la ciudad de Zaragoza”, editada en 1982 por el Colegio de Arquitectos de Zaragoza, contamos con una buena recopilación de planos históricos de la ciudad, de fácil acceso y en la que podemos comprobar como aparece reflejada la salitrería, unas veces con su nombre y otras como un edificio anónimo situado junto a la arboleda.

De entre todos ellos me referiré sólo a aquéllos en los que aparezca reflejada más claramente:

Nº 6.- Plano de la ciudad, Castillo y contornos 1712.

Nº 8.- Plano sin fecha ¿1800?

Nº 23.- Plano del 2º sitio, por Vicente Gambau.

1814

Nº 35.- Plano callejero, 1850.

Nº 36.- Plano por F. Coello 1853. Nº 37.- Plano de J. Yarza, 1853. Nº 41.- Plano de J. Yarza 1861.

Nº 42.- Plano del Cuerpo de E.M. 1865.

Por comparación de dichos planos con fotos aéreas actuales, vemos que queda claro el hecho de que la Salitrería de Macanaz se hallaba en el espacio ya indicado, entre la avenida de los Pirineos, y las calles de García Arista y Arquitecto Aguilera, existiendo además el testimonio de un operario que recuerda haber sacado hace años muchos huesos en un lugar de dicha rotonda, que creemos podría identificar fácilmentexi. Así pues, localizada la Salitrería, sabiendo por Casamayor que allí se hizo la gran fosa, y que dicho terreno nunca ha sido objeto de obras “profundas”, creo tenemos motivos más que suficientes para pensar que dichos restos siguen aún allí, por lo que me atrevo a insistir nuevamente en la conveniencia de hacer las prospecciones necesarias.


i Libro de Difuntos, Parroquia de San Pablo: “desde hoy siete de marzo del corriente ( 1809) se mandó por el Gobierno no se entierre en la presente iglesia cadáver alguno, sin distinción de personas”, transcrito por Elvira Adiego y otros. “Las necrópolis de Zaragoza”, Zaragoza 1991, p. 148. ii Lamentablemente el libro de actas del Aytto. zaragozano correspondiente al año de 1809 no se inicia hasta el 7 de junio, y por lo tanto no recoge nada a este respecto. iii A. Ibieca. T. Suplemento, p. 118. “Plan de defensa y método que deben observar los señores comandantes de puesto en caso de ataque”, en R. Guirao, Diario de entre Sitios. Zaragoza 2004. iv A. Ibieca, T.II, p. 201-202). v Blas Ramirez AHPZ. Real Acuerdo, caja nº 69. vi Casamayor, Diario, Biblioteca de Sástago. vii F. Casamayor, diario, Biblioteca Universitaria 1808. viii R. Guirao, Zaragoza, diario de entre sitios, Zaragoza 2004. p. 94). ix A. Ibieca, Sup. p. 209. x A. Ibieca, T.II, p. 14- 17. xi Información facilitada por Jesús Angel González Isla, Gerente de la Fundación Zaragoza 2008.

XXIX RUTA LOS SITIOS DE ZARAGOZA. «ATAQUE POR EL CENTRO. SANTA ENGRACIA Y PLAZA DE ESPAÑA»

PROGRAMA DE ACTOS
Este año, la XXIX Ruta de la Asociación, comenzará en la Basílica de Santa Engracia, a las 10:00 de la mañana; a continuación, se formarán grupos para visitar el interior y la cripta subterránea, después por el Paseo Independencia haremos un alto en el busto de Felipe Sanclemente y en la plaza de España. Seguiremos por el Coso hasta el Seminario de San Carlos, seguidamente y adentrándonos por las calles iremos a la plaza de la Magdalena con su iglesia. Continuaremos por la calle Mayor y Espoz y Mina hasta llegar a la Iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz.

A las 13:00 horas emplazamiento en la Cripta de la Basílica de Ntra. Sra. del Pilar; homenaje al general Palafox y a los caídos en los asedios.

ITINERARIO Y PUNTOS DE PARADA (EL HORARIO ES ORIENTATIVO)

10:00h. Exterior de la Basílica de Santa Engracia. En el interior, visita a la cripta subterránea.

  1. 10:45 h. Busto de Felipe Sanclemente. Descripción de este personaje y de la cercana placa del general Lacoste.
  2. 11:00 h. Plaza de España. Explicación de los duros combates que hubo en la antigua plaza de San Francisco y alrededores.
  3. 11:30 h. Seminario de San Carlos. Usado como polvorín en el primer Sitio y la explosión que casi lo destruyó por completo.
  4. 12:00 h. Iglesia de la Magdalena. Donde descansan los restos de Jordán de Asso.
  5. 12:30 h. Iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz. Donde reposan los restos del brigadier Cuadros, que murió el 4 de agosto defendiendo la Torre del Pino (actualmente Glorieta de Sasera).
  6. 13:00 h. Basílica N.ª S.ª del Pilar. Cripta. Homenaje al General Palafox y a todos los caídos.

NUESTRAS CALLES. NUESTRA HISTORIA

Lapuyade, Pedro, calle de: se localiza en el barrio de San José, entre la calle del doctor Royo Villanova y el paseo de Cuellar. Pedro Lapuyade era un comerciante francés. Durante el periodo de la ocupación francesa fue nombrado director general de “Bienes Nacionales”, cargo que llevaba consigo la incautación de los bienes propios de la nobleza que había huido de la ciudad ante la llegada de las tropas imperiales. El mariscal francés Luis -Gabriel Suchet, capital general de Aragón le nombró también director del Canal Imperial de Aragón.

Larena, Juliana, calle de: se localiza en el barrio del Arrabal, comienza en la calle de Jesús y da al paseo de la Ribera. Nació Juliana Larena en Ejea de los Caballeros el 11 de febrero de 1790. Asistió durante los sitios a los heridos en las baterías y en los hospitales, ayudando a su traslado.

Estuvo presente también en la defensa del Reducto del Pilar (actual Glorieta de Sasera), y fue recompensada por todos estos servicios por el general Palafox con el escudo de distinción y por Fernando VII con una pensión de cuatro reales diarios.

Información extraída del libro “Zaragoza, las calles de Los Sitios”, cuya autora es Conchita Sánchez Rojo, que puede descargarse gratuitamente de nuestra web.

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