ASOCIACIÓN CULTURAL LOS SITIOS DE ZARAGOZA

EL PERIÓDICO DE ARAGÓN
ROBERTO MIRANDA
17/02/08

Luis Arcarazo, con su libro, en El periódico Foto:Ángel de Castro

NACIMIENTO BARBASTRO (1954).

PROFESIÓN DOCTOR EN MEDICINA Y TENIENTE CORONEL DEL CUERPO MILITAR DE SANIDAD DESTINADO EN LA ACADEMIA GENERAL MILITAR DE ZARAGOZA COMO JEFE DE SANIDAD.

¿Cómo fue la génesis de este libro?
-Un acto de confraternidad que tuvieron en Salas Altas guardias civiles y gendarmes franceses, en recuerdo de las escaramuzas de la Guerra de la Independencia, terminó en Barbastro con un acto en el que me pidieron unas palabras sobre el Corregimiento de Barbastro, un tema sobre el que ya había escrito. Les gustó y el presidente de la Asociación Cultural Los Sitios, Carlos Melús, y José Antonio Armillas me propusieron dar una conferencia en el Paraninfo de Zaragoza.

–¿Sobre qué tema?
–Tenía que ser, naturalmente, sobre la Independencia. Dudé entre profundizar más sobre el Corregimiento, pero pronto decidí abordar un tema que me interesaba muchísimo por mi condición de médico militar y sobre el que se había escrito muy poco: La Sanidad en Zaragoza en los años 1808-1814. Recogí tanta información que aquello terminó en un libro.

¿Qué fuentes consultó?
-Fui al archivo Municipal, que tiene también el Archivo de José Palafox y esa fue la base para la conferencia y el primer manuscrito del libro que entregué en el 2005. Pero cuando pude acceder al archivo de la Diputación Provincial, que al principio estaba cerrado por obras en el edificio, resultó que aquello era no un archivo más, ¡era el archivo!. Allí estaba todo lo que yo necesitaba .

Tratándose de Zaragoza, parece que todo tendría que estar en el Ayuntamiento.
–Cuando se crean las diputaciones provinciales en el siglo XIX se hacen cargo de los centros de beneficencia existentes, que no fueran estatales. Es el momento en que el Estado asume de verdad la sanidad pública. La Diputación Provincial de Zaragoza se hace cargo de la Casa de Misericordia, del Hospitalico de Niños, del Hospital de Gracia, de todo. Están los libros de actas, los de mayordomía que son los de los dineros y luego, la correspondencia.

Su libro ganó el Premio de la Asociación de Los Sitios.
–Sí. Pero era el primer manuscrito, que hice sin haber tenido aún acceso a los archivos de la Diputación Provincial. Como est os libros premiados no se publican de inmediato, vi que tenía tres años para completarlo a la vista de las nuevas fuentes. El resultado final es el libro que se acaba de editar en este momento.

Viendo en televisión los hospitales del Bagdad bombardeado, ¿podemos hacernos una idea de cómo fue lo de Zaragoza?
–La asociación de imágenes es inevitable. En el colofón del libro hago una referencia al asalto a Bagdad, porque me parecía que sin ser aquello un sitio, tuvo que tener escenas similares.

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