El Periódico de Aragón
El litigio por los bajos de la Casa Palafox permanece bloqueado.
Hace tres años que debería albergar la sede del Museo de los Sitios.
La cesión de suelo fue pactada en 1989, pero todavía hoy no se ha ejecutado.
El proyecto de construcción del Museo de los Sitios de Zaragoza acumula un retraso de tres años debido a un conflicto contencioso administrativo entre el ayuntamiento de la capital aragonesa y los propietarios de la Casa Palafox, inmueble en cuyos bajos se prevé construir el espacio cultural. El actual equipo de Gobierno PSOE-CHA ha heredado de la corporación anterior un complicado litigio que tiene sus orígenes en una cesión de suelo que ya fue pactada en 1989, pero que a fecha de hoy sigue sin ejecutarse.
La demora que acumula el proyecto hace temer a los miembros de la Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza (promotores de la idea) que caiga en el olvido. Más, teniendo en cuenta que el programa de gobierno de PSOE-CHA incluye la puesta en funcionamiento de cuatro museos, ninguno de ellos relacionado con los acontecimientos de 1808. «La Casa Palafox es un edificio emblemático para los miembros de nuestra asociación, nosotros tenemos ya todo el material que se exhibiría en las salas, sólo hace falta un poco de voluntad política para desbloquear la situación en la que se encuentra», explicó el presidente honorífico de la asociación, Carlos Melús.
No obstante, fuentes municipales del área de Urbanismo indicaron que en cuestión de tiempo se recuperará este edificio y se respetarán los usos culturales de los bajos (una superficie que ocupa 1.230 metros cuadrados). En cuanto a si será el museo de los Sitios el que se instalará allí, las citadas fuentes apuntaron que la última palabra la tendrá la concejalía de Cultura pero que por el momento es preciso recuperar el espacio.
UN ACUERDO DE 1989 Fue hace catorce años cuando los propietarios de la Casa Palafox acordaron ceder 1.230 metros cuadrados situados en los bajos del edificio a cambio de que el Ayuntamiento de Zaragoza recalificase los terrenos para poder construir viviendas. Las obras finalizaron en el año 2000, pero cuando el consistorio fue a inspeccionar las instalaciones se encontró con que no reunían las condiciones previstas y que la promotora de las obras no había acondicionado el patio del edificio.
Uno de los principales problemas fue que durante la rehabilitación del edificio, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), ni el ayuntamiento ni el departamento de Patrimonio de la DGA controlaron la ejecución de las obras. Como consecuencia de ello, parte de los elementos históricos de la casa fueron dañados (varias columnas y una escalera imperial situada en el patio) e incluso llegaron a desaparecer.
El consistorio zaragozano tenía consignados 217.000 euros para el proyecto, pero visto el estado en el que han sido entregadas las instalaciones se niega a pagar a la comunidad de propietarios (actual dueña del inmueble). De momento, siguen las negociaciones entre las dos partes aunque los miembros de la asociación Los Sitios temen que los años de espera se sigan acumulando.
CELIA SORIA