Otra de las posibles ubicaciones del Museo de Los Sitios es el bello palacio renacentista que preside la Plaza dedicada a Ignacio Jordán de Asso en el Casco Viejo zaragozano. Actualmente se encuentra vacío y en mal estado de conservación y pesa sobre él la amenaza de la pretensión de sus propietarios de convertirlo en apartamentos.

HERALDO DE ARAGÓN

EL PERIÓDICO DE ARAGÓN

PALACIOS EN LA SOMBRA
HERALDO DE ARAGÓN
Varias joyas patrimoniales de la Zaragoza palaciega se esconden bajo deteriorados y vetustos edificios. El paso de los años ha dejado su terrible huella en estos inmuebles, que esperan desde hace años ser rehabilitados.
Poco queda de aquella Zaragoza palaciega en la que señoriales edificios adornaban las calles del Casco Histórico. Sólo algunos, como Montemuzo o el Torreón Fortea, han podido recuperar parte de su esplendor, pero otros esperan su oportunidad mientras el paso de los años deja su horrible huella. Éste es el caso de los palacios de las plazas de Santa Cruz o Asso.
Precisamente, el deterioro de este último caserón aragonés, próximo a La Magdalena, se hace cada vez más evidente. Desde mediados de los noventa, cuando se fueron los últimos vecinos, sus únicos inquilinos han sido las palomas y, durante algunos años, algunos vagabundos que accedían al interior del edificio. «Ahora, la puerta está cerrada, pero es una lástima que no se tomen medidas para recuperar este palacio», explica María Ángeles Gascón, vecina de la plaza y miembro de la asociación de vecinos Lanuza-Casco Viejo. «Hay miles de soluciones para recuperarlo. Y, si no es municipal, se tendría que obligar a la propiedad a rehabilitarlo en un determinado plazo», opina María Ángeles.
Hace algunos años que el Ayuntamiento y el propietario del inmueble mantienen un tira y afloja sobre el futuro del palacio, considerado como bien de interés arquitectónico en el Catálogo de Edificios Histórico-Artísticos de Zaragoza. Urbanismo frenó los planes iniciales del dueño, que sólo quería conservar la fachada y derribar todo su interior para hacer viviendas. «Tenemos que luchar por que esto no se haga así. Tan importante es el exterior como el interior», recuerda la arquitecta municipal Úrsula Heredia. En este momento, según fuentes municipales, el proyecto modificado se encuentra en fase de tramitación. «Hay muchas maneras de mantener la riqueza de estos inmuebles», precisa Heredia, que fue encargada de restaurar su fachada en 1993. De momento, sólo un enorme cartel de una empresa de derribos hace referencia al futuro que le depara a esta joya del patrimonio de Zaragoza, que parece que fue habitada en el siglo XVII por la familia infanzona de los Labalsa y, en el XVIII, por Ignacio Jordán de Asso, que da nombre a la plaza. Además, pudo residir en el siglo XVI Juan Campi, el Justicia de Aragón que sucedió a Juan de Lanuza tras su decapitación. .
Pero también lenta y agónica está siendo la recuperación del palacio aragonés del siglo XVIII situado en la plaza de Santa Cruz. Desde que el Ministerio de Fomento anunció en 2001 su intención de alojar allí las oficinas de Demarcación de Carreteras del Estado no se ha avanzado nada. Según fuentes municipales, se está redactando el proyecto, pero de momento es notable la degradación de la que es conocida como la casa del canal Imperial (perteneció a la Confederación Hidrográfica del Ebro).
Uno de sus grandes porteones sirve de apoyo a los cubos de basura y las palomas también son, en esta ocasión, esos molestos vecinos que van poco a poco acabando con el edificio, catalogado como BIC. A pesar de su estado, es uno de los edificios que se destaca en el panel informativo sobre la historia y características de la plaza de Santa Cruz.
El objetivo del Ayuntamiento es que estas dos joyas de la arquitectura aragonesa estén restauradas para la Exposición Internacional de 2008. Así lo recoge el Plan Integral del Casco Histórico (PICH) que esta misma semana presentó el Consistorio zaragozano y en el que, junto a estos palacios, se presta también especial atención al palacio de Fuenclara, declarado como BIC en 2002. Esta casa-palacio aragonesa de los siglos XVI y XVII se encuentra ya en obras y, según Heredia, ya se está redactando la segunda fase del proyecto. La última propuesta es ubicar allí la Filmoteca de Zaragoza (iniciativa apoyada por la junta de distrito).
Con la recuperación de estos tres edificios históricos, se recuperaría parte de la historia de la capital aragonesa. ¿Podrán, por fin, dejar de ser palacios en la sombra? El tiempo lo dirá.
C. F. B.
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