ASOCIACIÓN CULTURAL LOS SITIOS DE ZARAGOZA

Nació en San Cipriano en el Concejo de Ranero (Vizcaya) 1774 , murió en Madrid en 1850

Era Lorenzo un acaudalado comerciante y banquero inteligente de Madrid, llegó a Zaragoza acompañado de su familia huyendo de los horrores de Madrid, el 28 de mayo de 1808. No tuvo parte alguna en el alzamiento zaragozano del 24 de ese mes. Palafox lo detuvo, y noticioso de su honradez y patriotismo. Confiándole el cargo de corregidor de Zaragoza y nombrándole intendente del reino y ejército de Aragón, relevando de estos cargos a el coronel Garcini, tenido por godoista. Calvo de Rozas también fue designado por Palafox secretario de las Cortes de Aragón, reunidas el 9 de Junio, vocal de la Junta militar de Defensa, y jefe inmediato de los alcaldes de barrio durante todo el primer asedio.

Estos cargos los desarrolló con celo, acierto y dignidad. Facilitó los alistamientos de combatientes, dio la libertad a Antonio Sangenis, apresado por los ciudadanos, los cuales le tomaron por espía el 15 de Junio. Mandó reunir las herramientas y sacas de lana que se necesitaron para las improvisadas fortificaciones, alistó a cuadrillas de trabajadores para ese efecto, y al de apagar los incendios originados por las bombas, montó con perfección, inteligencia, orden y economía, los ramos de hacienda, contabilidad, acopio y reparto de víveres. Destacando por su valor en el salvamento de los enfermos del hospital de Nª Sª de Gracia el cual fue bombardeado el 3 de Agosto, y el 25 de Junio con su entrevista con el general Lefévbre. Lo que nunca fue es combatiente.

Era el bueno de Lorenzo un demócrata como hay pocos; agrio de carácter, tieso, presuntuoso y tan poseído de su olímpica superioridad, que resultaba inaguantable o poco menos. Y claro es que tales condiciones, le hacían antipático a los zaragozanos, acostumbrados a la amable y distinguida llaneza de otros nobles, militares y civiles de la ciudad. Sobre todo a los ineducados y fanáticos, que les era en gran modo repulsivo y sospechoso. Llegaron a considerarle como » un intriguista, que le tenía comprado Murat desde Madrid».
Palafox aprovechó acaso una ocasión decorosa para desprenderse de un personaje que debía serle molesto.

Biografía obtenida del libro «Obelisco Histórico» del general de brigada  M.Salas


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