Cadena Cope Zaragoza, 3ª época, programa nº 12
Emitido el miércoles 17 de diciembre de 2008
Interviene: Sergio Sánchez
El museo (radiofónico) de Los Sitios
COMIENZO DEL 2° SITIO
Los franceses lanzaron su primer el asalto el 21 de diciembre, con un ataque victorioso contra el monte de Torrero y otro contra el Arrabal, fracasado por problemas de coordinación de los atacantes y por un brioso contraataque mandado por el propio Palafox.
Al no conseguir su objetivo, la caída inmediata de la ciudad, comenzaron los trabajos de asedio, dirigiendo las líneas de trincheras a la Aljafería, el Reducto del Pilar y San José, puntos avanzados de la defensa. A pesar de su heroica resistencia, el monasterio fue ocupado el 11 de enero de 1809, tras una cruenta lucha entre las ruinas. El día 15 cayó el Reducto, dejando a los franceses dueños de toda la margen derecha del Huerva. Así podían hacer avanzar sus trincheras contra la muralla de la ciudad en los sectores marcados por el propio Napoleón, Santa Engracia y Puerta Quemada, salientes que no permitían los fuegos defensivos de flanco.
El 27 de enero se produjo el gran asalto, que sólo consiguió abrir brecha en el monasterio de Santa Engracia a pesar de haberse dirigido simultáneamente contra tres puntos. Sin embargo, una vez dentro de la ciudad, los franceses se encontraron con todas las calles bloqueadas por barricadas y las casas convertidas en fortines. El mariscal Lannes, al mando de los sitiadores, prohibió el avance al descubierto, optando en su lugar por el empleo de minas para destruir la resistencia. Aun así, la lucha se desarrolló lenta y penosa, pues los defensores seguían luchando entre las ruinas provocadas por los explosivos, a través de troneras abiertas en las paredes, escalando hasta los techos, atacando a retaguardia a través de los tejados…
En los días siguientes, los franceses consiguieron ocupar los monasterios de Santa Mónica y San Agustín, permitiendo así el avance hacia el Coso y la Magdalena, desde donde podrían extender sus esfuerzos en varias direcciones. El avance, sin embargo, continuó siendo muy lento. De hecho, el entorno de la actual Plaza de España sólo quedó asegurado el 10 de febrero, tras las sangrientas ocupaciones del Hospital de Gracia (en su solar se alza hoy el Banco de España) y el monasterio de San Francisco (Diputación Provincial). La situación quedó estabilizada en esa zona y en la Magdalena, en el Coso Bajo. Y mientras tanto tuvo lugar la ocupación del Arrabal, que permitiría el bombardeo del corazón de Zaragoza, la basílica del Pilar. En esta acción los franceses capturaron por primera vez un número apreciable de prisioneros.
Para entonces las condiciones de vida eran penosas dentro de la ciudad, donde las enfermedades (especialmente tifus y disentería) se cobraban hasta 700 víctimas diarias y era imposible enterrar todos los cadáveres, que se convertían así en nuevos focos de transmisión. Cada vez había menos fuerzas disponibles, y la mayor parte de los combatientes se encontraban exhaustos. El día 19, un enfermo Palafox cede sus poderes a una Junta, que, tras evaluar la situación, pide la capitulación, firmada al día siguiente. Los defensores salen de la ciudad el 21 de febrero a través del Portillo, sorprendiendo a los sitiadores el pésimo aspecto de los sitiados, y a éstos el escaso número de aquéllos. En total, los franceses tuvieron unas 10.000 bajas y emplearon casi 80.000 kilos de pólvora para ocupar la ciudad. Los defensores sufrieron unos 54.000 muertos, a los que seguirían otros 9.000 en días posteriores, casi todos a causa de las epidemias.