ASOCIACIÓN CULTURAL LOS SITIOS DE ZARAGOZA

Cadena Cope Zaragoza, 3ª época, programa nº 11

Emitido el miércoles 10 de diciembre de 2008

Interviene: Sergio Sánchez

El museo (radiofónico) de Los Sitios

SALA DEL EJÉRCITO POLACO

El Regimiento de lanceros polacos, es sin duda el más famoso de cuantas unidades formaron parte del Ejército francés a lo largo de los dos Sitios de Zaragoza. Creado por decreto del 20 de marzo de 1808 sobre la base del Regimiento de Caballería de la Legión polaca de Italia -cuyos orígenes se remontaban a 1797- era su jefe el Coronel J. Konopka y estaba compuesto de 4 escuadrones, de a 2 compañías, dando unos efectivos totales de 43 oficiales y 1000 suboficiales y tropa.

El 30 de mayo maniobraron en Bayona ante Napoleón, quien les impuso 24 cruces de la legión de Honor, concedidas por su actuación en la batalla de Struga (1807). Tras pasar la frontera por Roncesvalles, llegaron a Pamplona, uniéndose allí a la columna que, encomendada al General Lefebvre, iba a partir hacia Zaragoza.

El 5 de junio salieron 3 de sus escuadrones, situados al frente y a ambos lados de la columna de infantería: esa noche en Tafalla, el 6 en Caparroso y el 7 en Valtierra. El 8 por la mañana cruzaron el Ebro por Arguedas, y a medio día derrotan y dispersan al improvisado ejército español en Tudela. En medio del desastre un paisano, Tadeo Ubón, logró matar a uno de los lanceros, arrebatándole su lanza con banderola, que sería después presentada a Palafox como trofeo. Un grupo de unos 80 lanceros llegó a pie al campo de batalla, cuando ya todo había concluido, por haber muerto sus caballos «de forma súbita» tras cenar en Valtierra trigo solo.

La columna permaneció en Tudela, reparando el puente y esperando nuevos caballos y refuerzos; allí el capitán Huppet formó una batería volante de artillería, servida por algunos lanceros y los 4 cañones tomados a los españoles. El día 12 eran 30 oficiales y 669 lanceros que reemprendieron su camino, dejando allí a 61 de ellos para proteger las comunicaciones. Esa noche la pasaron frente al enemigo, y por la mañana del 13 dispersaron en Mallén nuevamente a los aragoneses, lanceando a muchos de ellos por la espalda y empujándoles hacia el Ebro para que se ahogasen, ocurriendo lo mismo con el teniente Topolczany, algunos lanceros y un francés, llevados por su excesivo ardor persecutorio. El 14 volvieron a topar con los aragoneses, pero mientras que la infantería francesa los entretenía en un puente sobre el Canal Imperial los lanceros dieron la vuelta por Grisén sorprendiéndoles por la espalda y provocando una nueva desbandada.

Al mediodía del 15 llegaron ante las puertas de Zaragoza, produciéndose el ataque en tres columnas, contra las puertas del Portillo, Carmen y Santa Engracia. Contra esta último fue el tercer escuadrón, junto al 1º de infantería del Vístula, y tras lograr forzarla y tomar el único cañón que la defendía, un pelotón mandado por el teniente Snaski y el sargento Rogojski «a toda rienda» la traspasó, siguiendo rectos por la calle de la Encarnación, y al llegar a su bifurcación se fueron hacia su izquierda, directos hacia el Hospital de Convalecientes, siguiendo su loca carrera-ya seguidos por bastantes voluntarios y molestados por los disparos de los frailes de San Ildefonso-, hasta la plaza de Misericordia, en cuyas verjas murieron algunos, mientras que el resto pasaba por delante de la plaza de toros y llegaba a la plaza del Portillo, intentando enlazar con la columna que desde el exterior intentaba ocupar esos mismos puntos. Pero allí rodeados y tiroteados por todas partes, decidieron darse media vuelta e intentar salvarse, dejando a unos cinco rezagados tras de sí, que fueron exterminados por los paisanos: Uno de ellos, muerto su caballo, intentó refugiarse en una casa de la plaza, pero fue alcanzado y arrojado por una ventana, mientras que otro en su loca carrera por la salvación se separó del resto, y callejeando logró llegar !hasta la calle Predicadores!, siendo allí sorprendido y muerto por 3 mujeres. Su cadáver fue arrastrado hasta el mercado, y su caballo presentado al General por Joaquina Plazas. Los pocos supervivientes se retiraron por el mismo camino, tan rápidamente como habían llegado, encabezados por el sargento Rogojski, que llevaba sobre sus espaldas al Teniente. Antonio Snarski, gravemente herido y que moriría al ser transportado a su campamento.

Hacia el 24 fueron enviados a Plasencia doscientos lanceros con un cañón para evitar la captura de los convoyes que venían desde Navarra por el Canal Imperial. Al amanecer del 28 una parte participó en la toma del Monte Torrero, donde instalaron su nuevo campamento «con abrigo de madera para los caballos».

Durante el ataque general del 2 de julio vadearon el Ebro, apresando a bastantes defensores que intentaban huir por el Arrabal, y al día siguiente partieron los 3 escuadrones, con otras tropas, hacia Calatayud, para intentar dispersar a las tropas que allí reunía Warsage, regresando al cerco el día 7. A mediados de julio volvieron a cruzar el Ebro, estableciéndose 200 lanceros con el mayor Klicki junto al puente del Gállego, a fin de evitar tanto las salidas de los defensores como las llegadas de ayudas. Allí rechazaron el día 23 un ataque dirigido por Viana, que murió, lo mismo que un sobrino de la Emperatriz Josefina, el Subteniente Tachor, que había sido agregado al Regimiento a fin de que pudiese hacer carrera rápidamente. Doscientos con el mayor Klicki fueron junto a otras fuerzas, el día 28, contra los refuerzos españoles reunidos en Osera, logrando dispersarlos, no sin sufrir varias bajas. Por esta acción recibieron la Legión de Honor el furriel Jagielski y el sargento Lubanski, este último a título póstumo, ya que murió en el combate. Estos siguieron hasta Fuentes, y regresaron junto al Gállego el 30.

En esas fechas eran 717 lanceros y 713 caballos, distribuidos en 3 escuadrones, a los que el 4 de agosto se unirían otros 180 hombres, junto con su Coronel Konopka, quedando así ya reunidos los 4 escuadrones del Regimiento. El 4 de agosto tuvo lugar un nuevo asalto, y de nuevo 300 lanceros vadearon el Ebro frente a la desembocadura del Gallego para cerrar la carretera de Cataluña. Mientras en las calles de la ciudad el capitán Hupet se había distinguido con su batería volante.

El 5 Lefebvre se instaló con los lanceros en Villamayor, con el fin de evitar la llegada de un gran convoy que venía en auxilio de Zaragoza, logrando tan sólo apresar, sus escuadrones 3º y 4º, a los carros de su retaguardia, con las casacas y la caja del 2º de Voluntarios de Aragón. La noche del 14 de Agosto levantaron los franceses el asedio, siendo los últimos en retirarse de Torrero el 3er. Escuadrón de lanceros.

SEGUNDO SITIO

Rotas de nuevo las hostilidades participaron los lanceros en la segunda batalla de Tudela (23 de noviembre) y en la persecución del Ejército de Castaños hacia Calatayud y Castilla, alejándose de Aragón. Tan sólo un destacamento al mando del comandante Kliski regresó ante Zaragoza participando en el 2º Sitio. El 15 de enero de 1809 eran 33 hombres con 35 caballos, destinados a la escolta de Junot, en su campamento de la Cartuja de la Concepción, existiendo además otros 19 hombres y 6 caballos en el llamado «depósito de lanceros» en Tudela.

Cuando el General Palafox salió preso hacia Francia lo hizo en un coche con capota de hule negra y escoltado por lanceros. Tras la caída de Zaragoza éstos seguirían en Aragón. El 15 de junio eran 80 que combatieron en María. En junio de 1810 eran un destacamento, «compañía de élite», en Mequinenza; en julio, con Kliski, eran llamados «escuadrón» y atacaron Daroca.

En enero de 1811 eran 106 hombres, repartidos por Aragón; y entre febrero y el 15 de abril se hallaron en Daroca, para partir definitivamente a finales de ese mes hacia Andalucía para unirse al resto de su Regimiento, que iba a convertirse en 7º Rgto. de Lanceros.

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