Onda Cero Zaragoza, 3ª época, programa nº 9
Emitido el 17 de noviembre de 2006
Interviene Santiago Gonzalo
El museo (radiofónico) de Los Sitios
LA SALA DEL IMPERIO
En esta sala se pretende conocer el poderío del enemigo al que se enfrentó el pueblo zaragozano. Se trataba nada menos que del gran Imperio creado por Napoleón Bonaparte tras varios años de victoriosas campañas por toda Europa. A lo largo de las paredes expondremos paneles en el que se vean tales progresos territoriales y cómo había colocado a sus hermanos en algunos tronos de reinos derrotados. Junto a cada cuadro u objeto, una tarjeta explicando la relevancia del personaje o estamento en la lucha. Casi todo será reproducción o copia, pues es difícil que los museos y archivos extranjeros cedan sus fondos permanentemente.
Al cruzar la puerta de entrada empezamos a oír una música apropiada, mezcla de “La marsellesa” y la obertura de “1812” de Tchaikovski, como símbolo del auge y caída de una gran potencia[1]. Además, llama la atención desde el primer momento ver en medio de la sala la figura de un soldado francés en actitud de grita “Vive l´Empereur!”. La pared del fondo está presidida por el cuadro “Napoleón arengando a sus tropas en Augsburg”, de Claude Gautherot, donde se le ve con el gesto ese de «quitadme eso de ahí» , de Somosierra. Será lo primero que vea el que penetre en la sala. Y debajo de él, un «bodegón» compuesto por coraza con dos sables cruzados y casco de coracero.
Toda la pared de la izquierda está dedicada AL GRAN IMPERIO, con el lema: Europa a los pies del dios de la guerra. Es decir, Napoleón triunfante, con tres cuadros: el famoso del Napoleón joven de David (“Napoleón cruzando los Alpes”, con un caballo encabritado, crines al viento), donde se le ve pletórico y triunfante; el del “Juramento del Ejército después de la distribución de las Aguilas en el campo de Marte” (también de David), donde se ve maravillosamente plasmado el fervor delirante de una multitud uniformada que lo vitorea sin medida, y un cuadro de una de las muchas cargas de la Caballería francesa.
Delante habría una batería de tres vitrinas. Una pequeña, con documentos (alguna prueba de la infamante correspondencia mantenida con Carlos IV o con su hijo Fernando VII, o cartas intercambiadas con su hermano José I). La segunda vitrina, la más grande, con objetos personales del emperador, alguno de sus sombreros y uniformes, sables, pistolas de arzón, pluma y escritorio, silla de montar… Y la tercera, también pequeña y con documentos, pero ya dedicados a la guerra: los partes y planos que se hacía mandar de Zaragoza (el del asalto a San Agustín ya estuvo en La Aljafería), órdenes dirigidas a sus generales, disposiciones, revista de tropas… Y al fondo, cerca de la pared un «triángulo» con tres fusiles y sus bayonetas (lo que en el ejército se llama un pabellón armado).
En la pared de la derecha, la misma disposición, en cuadros arriba vemos a los mariscales y generales Murat, Suchet, Mortier, Lannes, … y abajo, también tres vitrinas. Una con uniformes de los asaltantes (Infantería de Línea, Voltigueurs, Lanceros del Vístula…). En el centro, la más grande con todo el ajuar de campaña (antetienda, sujetadores del avance -son bastones largos con unas águilas doradas preciosas- silla plegable, silla de montar, cartera portadocumentos, etc.) del Mariscal Lannes. Y la tercera, la más cercana a la puerta de entrada, otra con armas, entre ellas las ilustres de Lefebvre, Lannes y Verdier o el bastón de Mariscal de Lannes, etc.).
Y en el centro de la estancia, sólo dos vitrina pequeñitas, bifaces. Una con el documento estrella en un lado, el Acta de Capitulación de Zaragoza, y del otro lado, los planos de avance de las trincheras de Lacoste, en diferentes puntos y fases del asalto, o disposiciones de Suchet mientras fue Gobernador Militar (alguna orden de fusilamiento quizá, o de requisa de caballerías o de grano…). Y la otra, en un lado, el final definitivo que también llega para los vencedores: el plano y detalles de dónde se encuentran las tumbas (Lefebvre, Suchet, Junot, Ney, Mortier…) del Cimetière du Père Lachaise, y del otro, especialmente dedicado a Lannes, con foto, plano y detalles de su enterramiento en el Panteón de Hombres Ilustres de Francia. Y hasta podría haber un “juego” un tanto macabro, al asociar en un ordenador o pantalla interactiva a estos personajes con sus tumbas.
Cuando nos dispongamos a salir veremos junto a la puerta, “oculto” hasta ahora, el famoso cuadro de Paul Delaroche, “Napoleón tras su abdicación”,en el que sentado, abatido, visiblemente fatigado, y con la mirada perdida, medita sobre «Aquella desdichada guerra de España me perdió» (leyenda que en grandes caracteres se podrá ver escrita junto a él).
ORIGEN DE LOS FONDOS
1) Alguno de los planos que Napoleón se hacía enviar cada tres días y que luego habían de servir de libro de texto para las Academias de Ingenieros francesas están en el Centro Pompidou de París. Allí está por cierto TODO sobre Zaragoza, partes de fuerzas, listas de heridos, EL ACTA DE CAPITULACION, etc.
2) Un plano del famoso Cementerio de Père Lachaise, donde están enterrados Lefebvre, Ney, Junot, Mortier, Suchet, Murat, Rogniat (sustituto de Lacoste), Massena… En buscador «Cimetière du Père Lachaise», pero la que contiene la lista de ilustres es www.gargl.net/lachaise/
3) Por supuesto la tumba del Duque de Montebello, Jean Baptiste Lannes está, cómo no, en el Panteón de Hombres Ilustres de Francia, París.
4) En L’Hôtel des Invalides (www.invalides.org/ ) existe todo tipo de uniformes.
[1] Al tema de la música en la época napoleónica le dedicamos una conferencia recientemente:
Napoleón en la música