Antonio Baleriola
Miembro de la Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza
He pasado unos días en Ceuta y tenia la intención de colocar unas flores en el monumento funerario que aún quedaba de los restos de Agustina de Aragón (aunque se exhumaron en su día). La sorpresa fue que han remodelado el interior del cementerio y ya NO hay nada de nada, todo ha sido desescombrado para nuevas tumbas. Me fuí un poco desilusionado, pues hay que hacer el trayecto a pie hasta el monte Hacho, unos 3 km y caía un sol de justicia.
El caso es que quise visitar la casa donde ella vivió, que se encuentra en la calle que lleva su nombre, una casa que como veréis en las fotos está totalmente restaurada y en la cual se colocó un mosaico recordando a Agustina. El caso es que cuando estaba fotografiando la casa, un señor mayor se me acercó y me preguntó que por qué la fotografiaba; era el dueño del establecimiento de abajo y propietario de varios pisos de la casa.
Me contó cosas que le habían contado sus antepasados de Agustina, que tenía un bar en los bajos y seguía siendo muy devota de la Virgen del Pilar, que acudía a la Iglesia de Nuestra Señora de África a rezarle. Me comentaba que había allí una imagen de igual tamaño que la del Pilar de Zaragoza.
Fuí a la iglesia y resulta que allí estaba, con un manto muy zaragozano y el fagín de Capitán General. Como me lleve el llavero de la conmemoración del Bicentenario y una cinta de la Virgen que siempre llevo encima, monté una medalla para ponérsela en el manto en nombre de la Asociación.
Hablé con el párroco y me dijo que desde luego que me daba su permiso, que él quería mucho a la «Pilarica» y que para él era un orgullo que en el Bicentenario nos hubiésemos acordado de Ceuta, pues allí había vivido Agustina y hay mucha devoción a la Virgen de Pilar. Una señora que cuida la Iglesia me ayudó a colocarla y el párroco me dijo que allí estaría para siempre.